La pasada semana, la Audiencia Nacional ordenó el decomiso de cinco fincas de Mario Conde situadas en Baleares y Sevilla en ejecución de la condena que le impuso en el año 2000 por el caso Banesto, y que en 2002 ratificó el Tribunal Supremo, aumentando hasta los veinte años la pena de prisión.
De todas las fincas intervenidas al exbanquero sobresale la de Los Carrizos. La celebración de la despedida del presidente Luis Oliver en el Real Betis Balompié, las condenas por delito forestal y la acción protesta del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) por los fondos de la Unión Europea que fueron a parar al expresidente de Banesto llevaron a las portadas de la prensa esta extensión de terreno situada en la provincia de Sevilla.
Los aficionados al fútbol, y en particular los seguidores del Real Betis Balompié, recordarán esta finca por ser el lugar elegido en diciembre de 2010 para la celebración de la despedida de Luis Oliver como presidente del Club, tras el encuentro disputado ante el Córdoba C.F.
En medio de las celebraciones de la entidad bética en este enclave de la Sierra Norte de Sevilla, donde se edificó un lujoso cortijo en el que Mario Conde reside y recibe a personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad española a lo largo del año, el exbanquero manifestaba a los béticos sus intenciones de dirigir el club verdiblanco por medio de la sociedad Bitton Sport, haciéndose con las acciones de Farusa, que la magistrada Mercedes Alaya había intervenido a Manuel Ruiz de Lopera.
Más allá de los terrenos de juego, un delito forestal puso Los Carrizos en el punto de mira de la Junta de Andalucía. La finca se localiza a un costado del valle del Río Viar, aguas abajo del embalse de Los Melonares que está llamado a abastecer con sus aguas el área metropolitana de Sevilla.
Era una dehesa con fauna y flora autóctona, próxima también al Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. En 1997, y tal y como se ha publicado en diferentes medios, Mario Conde tala alrededor de 2.000 encinas de más de cien años de antiguedad a lo largo de una extensión de 660 hectáreas de masa forestal de la dehesa para poner en marcha una explotación agrícola y acceder así a las subvenciones de la Unión Europea.
Por este motivo, Los Carrizos fue objeto de una de las acciones de protesta del SOC, liderado por el parlamentario andaluz Juan Manuel Sánchez Gordillo. Medio millar de jornaleros invadieron la finca para denunciar las ayudas de los fondos de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que recibía Conde. Pero lejos de denunciar la acción sindical, el exmandatario de Banesto capoteó la situación compartiendo un almuerzo con los jornaleros en la finca.
El nombre de esta dehesa es la marca con la que la familia Conde gestiona a través de la sociedad Oleum Flumine, S.L. un negocio destinado a la producción y comercialización de aceite de oliva virgen para gourmets. Un olivar se extiende en el llano de lo que antes fue monte, y hoy es una de las fuentes de ingreso de la familia Conde, como detalla la página web www.loscarrizos.es.
El Tribunal Supremo confirmó en 2007 una condena del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que obligaba a Conde a abonar una multa de 456.919 euros por la tala de encinas y la conversión parcial de la dehesa de suelo forestal a suelo agrícola. La Justicia exigía también la restauración de la superficie a las condiciones forestales anteriores.
En 2003, el TSJA confirma una sanción de 6.000 euros por infringir la Ley de Conservación de los Espacios Naturales Protegidos y de la Flora y Fauna Silvestre, al dividir la dehesa en cuatro partes, impidiendo “la circulación de la fauna silvestre, cinegética y no cinegética, con el consiguiente deterioro de los recursos naturales”, según la sentencia.
El decomiso de la Hacienda de Los Melonares bajo y de la finca Los Carrizos, como parte de la ejecución de la condena al exbanquero en el denominado caso Banesto, ha dado lugar a un posicionamiento cuando menos curioso del alcalde de Castilblanco, Segundo Benítez (PSOE).
El edil del municipio donde se localizan estas propiedades ha salido al paso para valorar como "una noticia negativa" la intervención judicial de las mismas. En declaraciones a El Correo de Andalucía, el regidor sevillano lamenta el impacto que, a su juicio, puede tener para la economía local el dictamen de la Audiencia Nacional sobre la propiedad de Mario Conde. “La finca da trabajo al pueblo, antes más que ahora, por la crisis”, justifica el alcalde.
Por su parte, Mario Conde ha emitido un comunicado en el que apunta a la candidatura que lidera para las próximas elecciones al Parlamento de Galicia como el detonante de la decisión de la Audiencia Nacional.
“Embargan unas fincas porque son propiedad de una sociedad extranjera que, supuestamente, es de mi propiedad, pero no lo es”, asegura el exbanquero quien, en contra de la información que ofrece en la propia web de Los Carrizos, sostiene que “no es propietario, ni usufructuario, ni arrendatario, ni nada de esa sociedad”.
De todas las fincas intervenidas al exbanquero sobresale la de Los Carrizos. La celebración de la despedida del presidente Luis Oliver en el Real Betis Balompié, las condenas por delito forestal y la acción protesta del Sindicato de Obreros del Campo (SOC) por los fondos de la Unión Europea que fueron a parar al expresidente de Banesto llevaron a las portadas de la prensa esta extensión de terreno situada en la provincia de Sevilla.
Los aficionados al fútbol, y en particular los seguidores del Real Betis Balompié, recordarán esta finca por ser el lugar elegido en diciembre de 2010 para la celebración de la despedida de Luis Oliver como presidente del Club, tras el encuentro disputado ante el Córdoba C.F.
En medio de las celebraciones de la entidad bética en este enclave de la Sierra Norte de Sevilla, donde se edificó un lujoso cortijo en el que Mario Conde reside y recibe a personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad española a lo largo del año, el exbanquero manifestaba a los béticos sus intenciones de dirigir el club verdiblanco por medio de la sociedad Bitton Sport, haciéndose con las acciones de Farusa, que la magistrada Mercedes Alaya había intervenido a Manuel Ruiz de Lopera.
Más allá de los terrenos de juego, un delito forestal puso Los Carrizos en el punto de mira de la Junta de Andalucía. La finca se localiza a un costado del valle del Río Viar, aguas abajo del embalse de Los Melonares que está llamado a abastecer con sus aguas el área metropolitana de Sevilla.
Era una dehesa con fauna y flora autóctona, próxima también al Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla. En 1997, y tal y como se ha publicado en diferentes medios, Mario Conde tala alrededor de 2.000 encinas de más de cien años de antiguedad a lo largo de una extensión de 660 hectáreas de masa forestal de la dehesa para poner en marcha una explotación agrícola y acceder así a las subvenciones de la Unión Europea.
Por este motivo, Los Carrizos fue objeto de una de las acciones de protesta del SOC, liderado por el parlamentario andaluz Juan Manuel Sánchez Gordillo. Medio millar de jornaleros invadieron la finca para denunciar las ayudas de los fondos de la Política Agraria Comunitaria (PAC) que recibía Conde. Pero lejos de denunciar la acción sindical, el exmandatario de Banesto capoteó la situación compartiendo un almuerzo con los jornaleros en la finca.
El nombre de esta dehesa es la marca con la que la familia Conde gestiona a través de la sociedad Oleum Flumine, S.L. un negocio destinado a la producción y comercialización de aceite de oliva virgen para gourmets. Un olivar se extiende en el llano de lo que antes fue monte, y hoy es una de las fuentes de ingreso de la familia Conde, como detalla la página web www.loscarrizos.es.
El Tribunal Supremo confirmó en 2007 una condena del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que obligaba a Conde a abonar una multa de 456.919 euros por la tala de encinas y la conversión parcial de la dehesa de suelo forestal a suelo agrícola. La Justicia exigía también la restauración de la superficie a las condiciones forestales anteriores.
En 2003, el TSJA confirma una sanción de 6.000 euros por infringir la Ley de Conservación de los Espacios Naturales Protegidos y de la Flora y Fauna Silvestre, al dividir la dehesa en cuatro partes, impidiendo “la circulación de la fauna silvestre, cinegética y no cinegética, con el consiguiente deterioro de los recursos naturales”, según la sentencia.
El decomiso de la Hacienda de Los Melonares bajo y de la finca Los Carrizos, como parte de la ejecución de la condena al exbanquero en el denominado caso Banesto, ha dado lugar a un posicionamiento cuando menos curioso del alcalde de Castilblanco, Segundo Benítez (PSOE).
El edil del municipio donde se localizan estas propiedades ha salido al paso para valorar como "una noticia negativa" la intervención judicial de las mismas. En declaraciones a El Correo de Andalucía, el regidor sevillano lamenta el impacto que, a su juicio, puede tener para la economía local el dictamen de la Audiencia Nacional sobre la propiedad de Mario Conde. “La finca da trabajo al pueblo, antes más que ahora, por la crisis”, justifica el alcalde.
Por su parte, Mario Conde ha emitido un comunicado en el que apunta a la candidatura que lidera para las próximas elecciones al Parlamento de Galicia como el detonante de la decisión de la Audiencia Nacional.
“Embargan unas fincas porque son propiedad de una sociedad extranjera que, supuestamente, es de mi propiedad, pero no lo es”, asegura el exbanquero quien, en contra de la información que ofrece en la propia web de Los Carrizos, sostiene que “no es propietario, ni usufructuario, ni arrendatario, ni nada de esa sociedad”.
JUAN C. ROMERO
