Este libro de un ruso devenido estadounidense, Vladimir Nabokov, es una caja de sensaciones. Y no quiero decir que éstas sean siempre buenas. Fue escrito en inglés, sin embargo, yo he leído una traducción, por lo que no sé si la justificación del autor al final del libro, sobre sus limitaciones a la hora de describir en el idioma de Joyce –uno de los autores favoritos del protagonista- es real.
Quizás sea, como he dicho, una justificación porque desde pequeño era trilingüe, ya que era hijo de una aristócrata. Si leísteis mi reseña sobre Anna Karénina, recordaréis la importancia que las clases altas daban al dominio de otras lenguas, sobre todo al francés y al inglés.
En el idioma de Cervantes, lo que más me ha gustado de esta novela es su rico vocabulario, su poesía, sus estructuras, aunque a veces me han parecido excesivamente almibaradas. En repetidas ocasiones, ante tanto preciosismo, me he ido de la historia y las descripciones excesivas y milimétricas de paisajes norteamericanos me han parecido muchas veces tediosas.
El autor siempre dio más importancia a la estética que al fondo de sus novelas. “Pueden confiar en que la prosa de los asesinos sea siempre elegante”, dice desde el principio el protagonista, augurándonos una lectura culta.
El libro es el diario de un pervertido, ególatra –no puede dejar de reconocer que él es un hombre muy atractivo para las mujeres-, que es consciente de lo inmoral de su conducta. Su obsesión son “las nínfulas” –niñas de 9 a 14 años, lo que vendría a ser una versión femenina de un imberbe masculino, sin formas y provocativas a sus ojos-, en las que, según él, busca a un amor adolescente, su amada Annabel –aquí el autor hace un guiño a Edgar Allan Poe y a su poema Annabel Lee, que fue maravillosamente transformado en canción por uno de mis grupos favoritos, Radio Futura, y que sufrió el mismo destino que el primer amor de Humbert Humbert-.
La novela gira en torno a sus necesidades y Lolita es una niña de 12 años un poco perdida en esa época pre-adolescente tan difícil, que le gusta llamar la atención y, sobre todo, le gusta crispar los nervios de su madre.
En un primer momento, Lolita siente curiosidad por Humbert como figura masculina, pero esta debilidad le hará caer en una trampa que malogrará su vida. Se convertirá en “una niña esclava”, como él la adjetiva, que bajo el miedo de ser recogida en una entidad benéfica para huérfanas se somete a las vejaciones que él quiere.
El pedófilo quiere constantemente hacer que empaticemos con él. Conmigo no lo consiguió. Yo sólo pude percibir a un hombre egoísta, que utiliza a una niña para dar de comer a su hambre sexual constante.
Nos la quiere vender como una adolescente provocativa, pero lo cierto es que el adulto es él y manipula a la víctima desde el poder que tiene una persona que ha vivido más. Dice que la quiere y es mentira. El amor es generosidad y desear que el amado o la amada sea feliz. Y él sabe que ella se duerme llorando ante la impotencia que la vida opresiva que lleva.
¿Cómo terminará? ¿La matará¿ ¿Se matará? Para responder a estas cuestiones, buceen entre sus páginas. Con lentitud, para no tener una subida de azúcar… en algunas partes. Y como música, ¿qué mejor que volver a escuchar las letras profundas de Radio Futura? Annabel Lee lo encontraréis en La canción de Juan Perro, pero no dejéis de escuchar De un país en llamas. Atención a las maravillosas palabras de Santiago Auserón.
Ficha literaria
Título: Lolita.
Autor: Vladimir Nabokov.
Género: Novela.
Título original: Lolita.
Fecha de publicación: 1955.
Editorial: Anagrama.
ISBN: 978-84-33970855.
Si lo desea, puede compartir este contenido: Quizás sea, como he dicho, una justificación porque desde pequeño era trilingüe, ya que era hijo de una aristócrata. Si leísteis mi reseña sobre Anna Karénina, recordaréis la importancia que las clases altas daban al dominio de otras lenguas, sobre todo al francés y al inglés.
En el idioma de Cervantes, lo que más me ha gustado de esta novela es su rico vocabulario, su poesía, sus estructuras, aunque a veces me han parecido excesivamente almibaradas. En repetidas ocasiones, ante tanto preciosismo, me he ido de la historia y las descripciones excesivas y milimétricas de paisajes norteamericanos me han parecido muchas veces tediosas.
El autor siempre dio más importancia a la estética que al fondo de sus novelas. “Pueden confiar en que la prosa de los asesinos sea siempre elegante”, dice desde el principio el protagonista, augurándonos una lectura culta.
El libro es el diario de un pervertido, ególatra –no puede dejar de reconocer que él es un hombre muy atractivo para las mujeres-, que es consciente de lo inmoral de su conducta. Su obsesión son “las nínfulas” –niñas de 9 a 14 años, lo que vendría a ser una versión femenina de un imberbe masculino, sin formas y provocativas a sus ojos-, en las que, según él, busca a un amor adolescente, su amada Annabel –aquí el autor hace un guiño a Edgar Allan Poe y a su poema Annabel Lee, que fue maravillosamente transformado en canción por uno de mis grupos favoritos, Radio Futura, y que sufrió el mismo destino que el primer amor de Humbert Humbert-.
La novela gira en torno a sus necesidades y Lolita es una niña de 12 años un poco perdida en esa época pre-adolescente tan difícil, que le gusta llamar la atención y, sobre todo, le gusta crispar los nervios de su madre.
En un primer momento, Lolita siente curiosidad por Humbert como figura masculina, pero esta debilidad le hará caer en una trampa que malogrará su vida. Se convertirá en “una niña esclava”, como él la adjetiva, que bajo el miedo de ser recogida en una entidad benéfica para huérfanas se somete a las vejaciones que él quiere.
El pedófilo quiere constantemente hacer que empaticemos con él. Conmigo no lo consiguió. Yo sólo pude percibir a un hombre egoísta, que utiliza a una niña para dar de comer a su hambre sexual constante.
Nos la quiere vender como una adolescente provocativa, pero lo cierto es que el adulto es él y manipula a la víctima desde el poder que tiene una persona que ha vivido más. Dice que la quiere y es mentira. El amor es generosidad y desear que el amado o la amada sea feliz. Y él sabe que ella se duerme llorando ante la impotencia que la vida opresiva que lleva.
¿Cómo terminará? ¿La matará¿ ¿Se matará? Para responder a estas cuestiones, buceen entre sus páginas. Con lentitud, para no tener una subida de azúcar… en algunas partes. Y como música, ¿qué mejor que volver a escuchar las letras profundas de Radio Futura? Annabel Lee lo encontraréis en La canción de Juan Perro, pero no dejéis de escuchar De un país en llamas. Atención a las maravillosas palabras de Santiago Auserón.
Ficha literaria
Título: Lolita.
Autor: Vladimir Nabokov.
Género: Novela.
Título original: Lolita.
Fecha de publicación: 1955.
Editorial: Anagrama.
ISBN: 978-84-33970855.
MARÍA JESÚS SÁNCHEZ / REDACCIÓN