Todos sabemos que hay grandes obras del cine de animación, una importante mayoría realizada “para todos los públicos”. No es raro que al aparecer una película de anime japonés se la encasille como “dibujitos” y, por lo tanto, se la considere una película infantil. Además de eso, si se le añade su procedencia nipona, puede ser minusvalorada en comparación con la que llega de tierras americanas. Por eso, llama la atención que el director Satoshi Kon superase los tópicos con su opera prima: Perfect Blue.
Satoshi Kon nació en Hokkaido, Japón, en 1963 y falleció en 2010. Su primera obra fue la mencionada Perfect Blue (1997) con la que obtuvo un gran reconocimiento. Luego le siguieron otras películas como Millennium Actress (2001) o Paprika (2006). También es conocido por su obra de anime Paranoia Agent (2004)
El cineasta era conocido por realizar películas de animación con entramados psicológicos complejos, gran realismo tanto en personajes como entornos, y la mezcla confusa de la realidad y de los sueños. Todo ello es lo que podemos encontrar en Perfect Blue.
Para realizar esta película, Kon se basó en la obra homónima del escritor Yoshikazu Takeuchi. El director reconoció en una entrevista que nunca leyó la novela pero sí un guión realizado por el autor, que calificó de "aburrido". Debido a ello, pidió al autor de la obra hacer modificaciones. Este accedió con la condición de que se mantuvieran elementos como el fanatismo, el terror y el acoso. Con estas premisas se desarrolla Perfect Blue.
El film nos cuenta la historia de Mima, una cantante de un grupo llamado Cham que se retira con el sueño de convertirse en actriz. Es ahí donde comienza a tener problemas. Su carrera en el mundo de la actuación no va muy bien. Además de ello, una serie de asesinatos y sucesos extraños empieza a ocurrir a su alrededor.
En Perfect Blue vemos una película que bebe directamente de la novela negra. Una trama muy bien hilada, que juega con la mente del espectador, haciendo desconfiar en todo momento de lo que está viendo en pantalla. Además, como elemento original, encontramos que dentro de la propia película se rueda una serie, mezclando en muchas ocasiones los límites de la realidad con la ficción.
La película no es apta para todos los públicos. La conforman algunas escenas fuertes, sangrientas y de alto contenido sexual, que puede afectar la sensibilidad del espectador. En cuanto a sus dibujos, podemos decir que son bastante realistas, utilizando en todo momento para el diseño de personajes facciones propiamente orientales, con personas de todo tipo de físico y edad.
Otro elemento importante es la música. Tonos graves, melodías electrónicas, voces extrañas. Un tumulto de sonidos que se acentúan en las escenas de más tensión, creando una atmósfera turbadora tanto para el personaje como para el espectador.
Hay muchos datos curiosos en torno a esta película. Uno de ellos es que Perfect Blue es uno de los filmes de culto del director Darren Aronofsky, que incluso llegó a comprar los derechos para realizar un remake que no se llegó a hacer. En Requiem for a Dream (2000), el director rueda la escena de la bañera con Jennifer Connelly exactamente igual que la que aparecen en Perfect Blue.
Más tarde, Aronofsky realiza el Cisne Negro (2010). Algunos comentaron de manera errónea que podría ser un remake de la obra japonesa. La trama entre ambas es distinta, pero sí que es verdad que los personajes protagonistas se parecen. No sería extraño pensar que Nina del Cisne Negro estuviera inspirada en Mima. La presión, los episodios paranoicos y la piscología de las dos jóvenes son muy parecidas. También vemos aspectos visuales de la cinta que podrían recordar al film de animación japonés.
No se debe juzgar un libro por su tapa y Perfect Blue es un ejemplo de ello. Un gran film de animación, maduro, con fuerza, que no deja indiferente a nadie. Animo a los cinéfilos a que le echen un vistazo a esta obra. No se arrepentirán.
Satoshi Kon nació en Hokkaido, Japón, en 1963 y falleció en 2010. Su primera obra fue la mencionada Perfect Blue (1997) con la que obtuvo un gran reconocimiento. Luego le siguieron otras películas como Millennium Actress (2001) o Paprika (2006). También es conocido por su obra de anime Paranoia Agent (2004)
El cineasta era conocido por realizar películas de animación con entramados psicológicos complejos, gran realismo tanto en personajes como entornos, y la mezcla confusa de la realidad y de los sueños. Todo ello es lo que podemos encontrar en Perfect Blue.
Para realizar esta película, Kon se basó en la obra homónima del escritor Yoshikazu Takeuchi. El director reconoció en una entrevista que nunca leyó la novela pero sí un guión realizado por el autor, que calificó de "aburrido". Debido a ello, pidió al autor de la obra hacer modificaciones. Este accedió con la condición de que se mantuvieran elementos como el fanatismo, el terror y el acoso. Con estas premisas se desarrolla Perfect Blue.
El film nos cuenta la historia de Mima, una cantante de un grupo llamado Cham que se retira con el sueño de convertirse en actriz. Es ahí donde comienza a tener problemas. Su carrera en el mundo de la actuación no va muy bien. Además de ello, una serie de asesinatos y sucesos extraños empieza a ocurrir a su alrededor.
En Perfect Blue vemos una película que bebe directamente de la novela negra. Una trama muy bien hilada, que juega con la mente del espectador, haciendo desconfiar en todo momento de lo que está viendo en pantalla. Además, como elemento original, encontramos que dentro de la propia película se rueda una serie, mezclando en muchas ocasiones los límites de la realidad con la ficción.
La película no es apta para todos los públicos. La conforman algunas escenas fuertes, sangrientas y de alto contenido sexual, que puede afectar la sensibilidad del espectador. En cuanto a sus dibujos, podemos decir que son bastante realistas, utilizando en todo momento para el diseño de personajes facciones propiamente orientales, con personas de todo tipo de físico y edad.
Otro elemento importante es la música. Tonos graves, melodías electrónicas, voces extrañas. Un tumulto de sonidos que se acentúan en las escenas de más tensión, creando una atmósfera turbadora tanto para el personaje como para el espectador.
Hay muchos datos curiosos en torno a esta película. Uno de ellos es que Perfect Blue es uno de los filmes de culto del director Darren Aronofsky, que incluso llegó a comprar los derechos para realizar un remake que no se llegó a hacer. En Requiem for a Dream (2000), el director rueda la escena de la bañera con Jennifer Connelly exactamente igual que la que aparecen en Perfect Blue.
Más tarde, Aronofsky realiza el Cisne Negro (2010). Algunos comentaron de manera errónea que podría ser un remake de la obra japonesa. La trama entre ambas es distinta, pero sí que es verdad que los personajes protagonistas se parecen. No sería extraño pensar que Nina del Cisne Negro estuviera inspirada en Mima. La presión, los episodios paranoicos y la piscología de las dos jóvenes son muy parecidas. También vemos aspectos visuales de la cinta que podrían recordar al film de animación japonés.
No se debe juzgar un libro por su tapa y Perfect Blue es un ejemplo de ello. Un gran film de animación, maduro, con fuerza, que no deja indiferente a nadie. Animo a los cinéfilos a que le echen un vistazo a esta obra. No se arrepentirán.
SARA B. PATRÓN / REDACCIÓN