Pensando en aquellos lectores que tengan la Selectividad a la vuelta de la esquina o en padres preocupados por apoyar el último esfuerzo escolar, ofrezco unas sugerencias para afrontar el final de curso y la Selectividad. Es difícil resumir horas de explicación en breves líneas, pero lo intentaré.
“Querer es poder” dice el refrán y, en materia escolar, también vale esta sentencia. El tema es superar el curso o la Selectividad de la mejor manera posible. Pero decimos a modo de excusa: estudiar es aburrido, las materias no me gustan, los profes son pelmas, aquel profesor me tiene manía. ¿Te crees tan importante para ello? O te engañas o son romances de maltrabaja.
Hay que pagar un precio para superar la Selectividad o para eliminar suspensos. Quien algo quiere algo le cuesta y eso pasa por aumentar el tiempo dedicado a estudiar en este sprint final. ¡No queda más remedio!
Estudiar más no es estar más tiempo sentado delante de los libros y pensando en Babia. Planificación y distribución del tiempo a emplear en la actividad son claves para ayudar a salir del charco. Prescindir de pequeñas (¿o grandes?) dependencias como el ordenador, el móvil –¡guasapear es tan divertido!-, música no es fácil. En este tema cada cual se engaña como quiere.
¿Estudiar por la noche o al alba? Cada cuerpo tiene un ritmo vital diferente. Se supone que después de dormir estaremos más descansados, pero me da pereza levantarme… Por la noche se considera que llegamos cansados de todo el día, pero sobrepasada determinada hora soy capaz de… ¡Tú mismo…, sabes cuál es el mejor momento!
Aspectos psicológicos que se deben tener en cuenta
¿Lo que estoy haciendo es importante para mí, me sirve para algo? La respuesta es sólo del estudiante y de los objetivos personales que se pretenden conseguir. De forma concisa hago especial hincapié en los siguientes aspectos:
Podar los chupones que roban tiempo y energía es básico para aprovechar cada minuto. ¿Cómo reconocerlos? Se esconden en los rincones de lo no importante y nos entretienen o alejan de nuestro objetivo. La clave está en separar lo fundamental de lo secundario, en eliminar dependencias innecesarias. A la hora de estudiar no vale confundir lo que me gusta con lo que debo hacer.
Sacrificar las horas de sueño influye negativamente en los resultados. La falta de sueño provocará problemas de aprendizaje y repercutirá negativamente en los exámenes por ser perjudicial para el rendimiento y retención de la información.
Está muy de moda pasar la noche estudiando en la biblioteca, porque allí hay condiciones para estudiar. ¡Supuestamente! ¿Excusa o necesidad? Cada cual sabe por dónde se le escapa el tiempo y por tanto que se responda sinceramente. ¡Ojo! los fármacos producen embotamiento y confusión. Las mejores pastillas son las sábanas.
Administrar el tiempo supone “no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy” porque el reloj va en contra nuestra. Un buen horario, a cumplir diariamente, es básico para obtener buenos resultados. ¡Ojo a ya lo haré…! Estudiar implica motivación, fuerza de voluntad y método de trabajo.
Un factor psicológico que se debe tener en cuenta sería el dividir los materiales. Psicológicamente no es lo mismo enfrentarse a mil páginas que a diez bloques, cada uno de los cuales a su vez, contiene tres temas de y tres más de…
Da placer ver cómo crece el montón de lo estudiado y decrece el de lo que falta. En Selectividad este truco funciona dado el poco tiempo que hay para repasar. ¡Psicología de rebajas…! La confianza en lo que estoy haciendo y en uno mismo, da certeza de éxito a pesar de los fracasos.
Aspectos funcionales del estudio
Hay que disponer de un espacio adecuado donde sea fácil concentrarse. Sin música, con iluminación, ventilación y temperatura adecuadas. La mesa de trabajo tiene que ser para estudiar, es su función principal y tiene que estar organizada para ello. Debemos tener a mano todo lo necesario –apuntes, libro de…, diccionario-, ya que es peligroso levantarse cada dos por tres. ¡Que te distraes, Manolo!
La función de memorizar se sustenta en entender lo que se lee, puesto que lo que no se comprende no se aprende. A la memoria se le puede ayudar con trucos nemotécnicos –yo les llamo "perchas" para colgar la información-.
Los pasos de la memorización pasan necesariamente por una lectura atenta, por subrayar, esquematizar y resumir –laSER (*)- que permitirán repasar para recordar la materia. El repaso será el recurso para mantener fresco lo ya adquirido. Entender lo que estudias y asimilarlo ayuda a expresarse con más facilidad. Repetir en voz alta (no palabra por palabra) ayuda a memorizar.
Una pincelada sobre la concentración. La falta de concentración disminuye la calidad del aprendizaje. Es más fácil distraerse si no entendemos lo que hay que estudiar. Es necesario limitar el tiempo a emplear en cada sesión de trabajo ya que la concentración no se puede sostener infinitamente. Podemos establecer un tiempo de estudio, hora y media por ejemplo, seguido de un breve descanso –este aspecto es muy personal en cuanto a su duración-.
Nota: Todo lo dicho es indicativo y se usará si conviene. Es un resumen de un trabajo más amplio, basado en la práctica profesional y en publicaciones propias. He apuntado muchas cosas que necesitarían una explicación en profundidad. Pero el espacio manda.
(*) Previos: Estudio activo-lectura activa -La S-E-R-
Notas: 2-3-4 son básicos; 5-7-8 permiten aprender el tema.
“Querer es poder” dice el refrán y, en materia escolar, también vale esta sentencia. El tema es superar el curso o la Selectividad de la mejor manera posible. Pero decimos a modo de excusa: estudiar es aburrido, las materias no me gustan, los profes son pelmas, aquel profesor me tiene manía. ¿Te crees tan importante para ello? O te engañas o son romances de maltrabaja.
Hay que pagar un precio para superar la Selectividad o para eliminar suspensos. Quien algo quiere algo le cuesta y eso pasa por aumentar el tiempo dedicado a estudiar en este sprint final. ¡No queda más remedio!
Estudiar más no es estar más tiempo sentado delante de los libros y pensando en Babia. Planificación y distribución del tiempo a emplear en la actividad son claves para ayudar a salir del charco. Prescindir de pequeñas (¿o grandes?) dependencias como el ordenador, el móvil –¡guasapear es tan divertido!-, música no es fácil. En este tema cada cual se engaña como quiere.
¿Estudiar por la noche o al alba? Cada cuerpo tiene un ritmo vital diferente. Se supone que después de dormir estaremos más descansados, pero me da pereza levantarme… Por la noche se considera que llegamos cansados de todo el día, pero sobrepasada determinada hora soy capaz de… ¡Tú mismo…, sabes cuál es el mejor momento!
Aspectos psicológicos que se deben tener en cuenta
¿Lo que estoy haciendo es importante para mí, me sirve para algo? La respuesta es sólo del estudiante y de los objetivos personales que se pretenden conseguir. De forma concisa hago especial hincapié en los siguientes aspectos:
Podar los chupones que roban tiempo y energía es básico para aprovechar cada minuto. ¿Cómo reconocerlos? Se esconden en los rincones de lo no importante y nos entretienen o alejan de nuestro objetivo. La clave está en separar lo fundamental de lo secundario, en eliminar dependencias innecesarias. A la hora de estudiar no vale confundir lo que me gusta con lo que debo hacer.
Sacrificar las horas de sueño influye negativamente en los resultados. La falta de sueño provocará problemas de aprendizaje y repercutirá negativamente en los exámenes por ser perjudicial para el rendimiento y retención de la información.
Está muy de moda pasar la noche estudiando en la biblioteca, porque allí hay condiciones para estudiar. ¡Supuestamente! ¿Excusa o necesidad? Cada cual sabe por dónde se le escapa el tiempo y por tanto que se responda sinceramente. ¡Ojo! los fármacos producen embotamiento y confusión. Las mejores pastillas son las sábanas.
Administrar el tiempo supone “no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy” porque el reloj va en contra nuestra. Un buen horario, a cumplir diariamente, es básico para obtener buenos resultados. ¡Ojo a ya lo haré…! Estudiar implica motivación, fuerza de voluntad y método de trabajo.
Un factor psicológico que se debe tener en cuenta sería el dividir los materiales. Psicológicamente no es lo mismo enfrentarse a mil páginas que a diez bloques, cada uno de los cuales a su vez, contiene tres temas de y tres más de…
Da placer ver cómo crece el montón de lo estudiado y decrece el de lo que falta. En Selectividad este truco funciona dado el poco tiempo que hay para repasar. ¡Psicología de rebajas…! La confianza en lo que estoy haciendo y en uno mismo, da certeza de éxito a pesar de los fracasos.
Aspectos funcionales del estudio
Hay que disponer de un espacio adecuado donde sea fácil concentrarse. Sin música, con iluminación, ventilación y temperatura adecuadas. La mesa de trabajo tiene que ser para estudiar, es su función principal y tiene que estar organizada para ello. Debemos tener a mano todo lo necesario –apuntes, libro de…, diccionario-, ya que es peligroso levantarse cada dos por tres. ¡Que te distraes, Manolo!
La función de memorizar se sustenta en entender lo que se lee, puesto que lo que no se comprende no se aprende. A la memoria se le puede ayudar con trucos nemotécnicos –yo les llamo "perchas" para colgar la información-.
Los pasos de la memorización pasan necesariamente por una lectura atenta, por subrayar, esquematizar y resumir –laSER (*)- que permitirán repasar para recordar la materia. El repaso será el recurso para mantener fresco lo ya adquirido. Entender lo que estudias y asimilarlo ayuda a expresarse con más facilidad. Repetir en voz alta (no palabra por palabra) ayuda a memorizar.
Una pincelada sobre la concentración. La falta de concentración disminuye la calidad del aprendizaje. Es más fácil distraerse si no entendemos lo que hay que estudiar. Es necesario limitar el tiempo a emplear en cada sesión de trabajo ya que la concentración no se puede sostener infinitamente. Podemos establecer un tiempo de estudio, hora y media por ejemplo, seguido de un breve descanso –este aspecto es muy personal en cuanto a su duración-.
Nota: Todo lo dicho es indicativo y se usará si conviene. Es un resumen de un trabajo más amplio, basado en la práctica profesional y en publicaciones propias. He apuntado muchas cosas que necesitarían una explicación en profundidad. Pero el espacio manda.
(*) Previos: Estudio activo-lectura activa -La S-E-R-
- Leer tema-texto completo (mínimo una vez).
- Aclarar vocabulario (lo que no se comprende no se aprende).
- Leer otra vez entendiendo (lectura atenta y detenida).
- Extraer temática e ideas fundamentales del tema (básico para hacer un esquema).
- Subrayar lo significativo -subrayado selectivo-. Si tiene sentido lo subrayado, está bien. No vale subrayarlo todo porque eso no ayuda para nada.
- Hacer un resumen de lo subrayado que debe tener sentido y estar completo.
- Escribir con tus palabras lo que te acuerdes ayuda a fijar contenidos. Esta sugerencia es importante en un estudio activo.
- Hacer esquema -es el esqueleto resumido del tema-, para tener una visión de conjunto del mismo.
- Ser capaz de recordar de memoria lo esencial. Existen trucos para memorizar y cada cual sabe los que le valen.
- Cambiar de materia descansando un poco y vuelta a empezar.
Notas: 2-3-4 son básicos; 5-7-8 permiten aprender el tema.
PEPE CANTILLO