Disfruté un montón de la historia de El Confidencial Digital. Hicieron con talento su trabajo: contar la historia que la Asociación de Presos de Resistencia Galega había denunciado en contra del CNI. Aluciné, tengo que reconocerlo.
Un independentista ha denunciado que el CNI intentó captarle. Hasta ahí todo normal y cien por cien creíble, pues esa es la forma de trabajar de los espías. Captan a alguien que está dentro, le convencen por las buenas o por las malas de que les pase información y le estrujan todo lo que pueden. Para conseguirlo, le prometen ayuda en procesos judiciales en marcha, dinero o cualquier cosa a la que este se avenga.
Lo increíble de la historia fueron los detalles del intento de captación fracasado. J.M.P. cuenta que conducía su coche por las calles de Vigo cuando le interceptó otro vehículo. Un hombre "que se identificó con un documento del Ministerio del Interior" le pidió que le acompañara a comisaría. Como se negó, allí mismo le ofreció cualquier cosa que necesitara a cambio de que se convirtiera en confidente del CNI.
Tal y como cuenta la historia J.M.P., puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que nadie del CNI, ni siquiera un agente chapuza –que habría sido ya expulsado- pudo llevar a cabo semejante estropicio.
Conseguir un informante conlleva una larga labor de preparación y estudio, acercarse a él en un momento apropiado –siempre con cierta privacidad para que no pueda montar un follón- y con una estrategia para saber cuál es su punto débil y atacarle por ahí. Jamás interceptar un coche y llevarlo a comisaría.
Además, los agentes del CNI utilizan nombres falsos en los acercamientos, sin enseñar jamás su acreditación, que no es del Ministerio del Interior sino una propia en que pone claramente que es del CNI. Si en algún momento no quieren especificar claramente que son espías, lo que hacen es decir que son "agentes de Presidencia del Gobierno", no del Ministerio del Interior.
Lo siento J.M.P. y Asociación de Presos de Resistencia Galega. No dudo de que el CNI tenga topos allí metidos y que pueda intentar meter más, pero denunciar un caso como éste carente de credibilidad ha sido un grave error. Busquen a los topos que tienen dentro y desenmascárenlos, pero antes consigan pruebas. De las buenas.
Un independentista ha denunciado que el CNI intentó captarle. Hasta ahí todo normal y cien por cien creíble, pues esa es la forma de trabajar de los espías. Captan a alguien que está dentro, le convencen por las buenas o por las malas de que les pase información y le estrujan todo lo que pueden. Para conseguirlo, le prometen ayuda en procesos judiciales en marcha, dinero o cualquier cosa a la que este se avenga.
Lo increíble de la historia fueron los detalles del intento de captación fracasado. J.M.P. cuenta que conducía su coche por las calles de Vigo cuando le interceptó otro vehículo. Un hombre "que se identificó con un documento del Ministerio del Interior" le pidió que le acompañara a comisaría. Como se negó, allí mismo le ofreció cualquier cosa que necesitara a cambio de que se convirtiera en confidente del CNI.
Tal y como cuenta la historia J.M.P., puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que nadie del CNI, ni siquiera un agente chapuza –que habría sido ya expulsado- pudo llevar a cabo semejante estropicio.
Conseguir un informante conlleva una larga labor de preparación y estudio, acercarse a él en un momento apropiado –siempre con cierta privacidad para que no pueda montar un follón- y con una estrategia para saber cuál es su punto débil y atacarle por ahí. Jamás interceptar un coche y llevarlo a comisaría.
Además, los agentes del CNI utilizan nombres falsos en los acercamientos, sin enseñar jamás su acreditación, que no es del Ministerio del Interior sino una propia en que pone claramente que es del CNI. Si en algún momento no quieren especificar claramente que son espías, lo que hacen es decir que son "agentes de Presidencia del Gobierno", no del Ministerio del Interior.
Lo siento J.M.P. y Asociación de Presos de Resistencia Galega. No dudo de que el CNI tenga topos allí metidos y que pueda intentar meter más, pero denunciar un caso como éste carente de credibilidad ha sido un grave error. Busquen a los topos que tienen dentro y desenmascárenlos, pero antes consigan pruebas. De las buenas.
FERNANDO RUEDA