El Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) va a poner en marcha en septiembre los Seminarios Provinciales para Mujeres Asociadas (Asocia), en los que dará a conocer a las asociaciones de mujeres algunas claves y pautas para prevenir, detectar y actuar frente a la ciberdelincuencia de género.
Así lo ha adelantado la directora del IAM, Silvia Oñate, quien ha destacado el carácter novedoso de esta formación por “visibilizar la dimensión de la violencia de género en las TIC y enseñar a las usuarias la claves para evitarla”.
Junto a ello, la directora ha señalado que el IAM trabaja en la elaboración de un protocolo de intervención profesional específica para actuar ante casos de violencia de género en las redes, así como en una guía de orientación para familias de víctimas adolescentes.
Según ha explicado Oñate, los foros Asocia, que se impartirán en todas las capitales de provincia, analizarán la nueva dimensión de la violencia de género en las redes e internet desde tres puntos de vista: psicológico, jurídico y técnico.
Desde el ámbito psicológico, el IAM trabajará con las mujeres en romper con la idea de que lo virtual no afecta a lo real. En este sentido, Silvia Oñate ha recordado que, “cuando la violencia hacia las mujeres se realiza a través de las tecnologías de la relación, información y comunicación, las consecuencias pueden agravarse por las propias características de las mismas y por el modelo de socialización generado por su uso”.
Los foros abordarán dichos rasgos específicos: la multiplicación de los efectos de la violencia por su capacidad de difusión, repetición y viralidad; el mayor anonimato del agresor, que favorece la sensación de impunidad y la indefensión de la víctima; la posibilidad de que se dé una suma de maltratadores o un maltrato a todo el entorno de la víctima; la continuidad en el tiempo, que potencia las consecuencias psicológicas de la violencia; la exhibición de la intimidad ante infinitas personas; la imposibilidad del apagón digital para cortar las relaciones y dar solución al problema; la facilidad para el control permanente (geolocalizadores, control de estado online o conexiones, etc)) o el riesgo de suplantar fácilmente la personalidad de la víctima.
Según Oñate, todo ello puede verse agravado por “nuevos factores de vulnerabilidad en las mujeres”, como la creciente importancia del perfil virtual en la adolescencia, la identificación de amistades virtuales como signo de popularidad, la falsa creencia de que el mundo virtual no afecta al real, la frontera difusa entre lo público y lo privado y la “necesidad” de estar en permanente conexión.
Como respuesta, los seminarios ofrecen a las usuarias un bloque de formación técnica para protegerse a nivel tecnológico (revisión periódica de contraseñas, establecimiento de filtros parentales para las menores de edad,....) y pautas para conservar pruebas electrónicas ante el menor síntoma de violencia de género.
Junto a ello, los talleres abordarán la necesidad de formarse en el uso y abuso de las TIC y, en el caso de las familias, la importancia de concienciarse de cómo el mundo virtual afecta a la vida real de los y las menores, por lo que también precisa de conocimiento, atención y prevención.
Finalmente, los foros trabajarán sobre los derechos vulnerados en la nueva dimensión de la violencia de género en las TIC, como el de la imagen o identidad y el derecho a la intimidad. Asimismo, se analizará la concatenación de derechos vulnerados en algunas ocasiones a través redes.
Frente a ello, los foros aportarán las claves legales para la protección (Código Penal, Ley de Protección de Datos, prueba electrónica, etc), al tiempo que se darán ejemplos de acciones positivas que demuestren las posibilidades de las TIC para fomentar la igualdad de género y prevenir y actuar ante la violencia machista.
Así lo ha adelantado la directora del IAM, Silvia Oñate, quien ha destacado el carácter novedoso de esta formación por “visibilizar la dimensión de la violencia de género en las TIC y enseñar a las usuarias la claves para evitarla”.
Junto a ello, la directora ha señalado que el IAM trabaja en la elaboración de un protocolo de intervención profesional específica para actuar ante casos de violencia de género en las redes, así como en una guía de orientación para familias de víctimas adolescentes.
Según ha explicado Oñate, los foros Asocia, que se impartirán en todas las capitales de provincia, analizarán la nueva dimensión de la violencia de género en las redes e internet desde tres puntos de vista: psicológico, jurídico y técnico.
Desde el ámbito psicológico, el IAM trabajará con las mujeres en romper con la idea de que lo virtual no afecta a lo real. En este sentido, Silvia Oñate ha recordado que, “cuando la violencia hacia las mujeres se realiza a través de las tecnologías de la relación, información y comunicación, las consecuencias pueden agravarse por las propias características de las mismas y por el modelo de socialización generado por su uso”.
Los foros abordarán dichos rasgos específicos: la multiplicación de los efectos de la violencia por su capacidad de difusión, repetición y viralidad; el mayor anonimato del agresor, que favorece la sensación de impunidad y la indefensión de la víctima; la posibilidad de que se dé una suma de maltratadores o un maltrato a todo el entorno de la víctima; la continuidad en el tiempo, que potencia las consecuencias psicológicas de la violencia; la exhibición de la intimidad ante infinitas personas; la imposibilidad del apagón digital para cortar las relaciones y dar solución al problema; la facilidad para el control permanente (geolocalizadores, control de estado online o conexiones, etc)) o el riesgo de suplantar fácilmente la personalidad de la víctima.
Según Oñate, todo ello puede verse agravado por “nuevos factores de vulnerabilidad en las mujeres”, como la creciente importancia del perfil virtual en la adolescencia, la identificación de amistades virtuales como signo de popularidad, la falsa creencia de que el mundo virtual no afecta al real, la frontera difusa entre lo público y lo privado y la “necesidad” de estar en permanente conexión.
Como respuesta, los seminarios ofrecen a las usuarias un bloque de formación técnica para protegerse a nivel tecnológico (revisión periódica de contraseñas, establecimiento de filtros parentales para las menores de edad,....) y pautas para conservar pruebas electrónicas ante el menor síntoma de violencia de género.
Junto a ello, los talleres abordarán la necesidad de formarse en el uso y abuso de las TIC y, en el caso de las familias, la importancia de concienciarse de cómo el mundo virtual afecta a la vida real de los y las menores, por lo que también precisa de conocimiento, atención y prevención.
Finalmente, los foros trabajarán sobre los derechos vulnerados en la nueva dimensión de la violencia de género en las TIC, como el de la imagen o identidad y el derecho a la intimidad. Asimismo, se analizará la concatenación de derechos vulnerados en algunas ocasiones a través redes.
Frente a ello, los foros aportarán las claves legales para la protección (Código Penal, Ley de Protección de Datos, prueba electrónica, etc), al tiempo que se darán ejemplos de acciones positivas que demuestren las posibilidades de las TIC para fomentar la igualdad de género y prevenir y actuar ante la violencia machista.
REDACCIÓN / CAMPIÑA DIGITAL