Favorecer la promoción y el conocimiento de los vinos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles. Ese es el objetivo prioritario de las ayudas que la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía ha ofrecido a bodegas, lagares y cooperativas del marco vitivinícola cordobés y que, desde el año 2008, han superado los 920.000 euros, tal y como puso de manifiesto el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera.
En ese sentido, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, agradeció el “compromiso que la Junta de Andalucía tiene con todas las empresas agroalimentarias” de la localidad e hizo hincapié en el “futuro esperanzador” que se presenta al sector vitivinícola. “El futuro de Montilla, de su desarrollo turístico y económico, pasa por el vino como vehículo fundamental, unido a nuestro patrimonio y a nuestra cultura”, resaltó el regidor montillano.
El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con 2.218 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 5.235 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. “A finales de la década de los setenta, la zona Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década”, comentó Francisco Zurera.
En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles cuenta con 55 bodegas certificadas –de las cuales, 33 realizaron vendimia durante el pasado año-- y su demarcación geográfica engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.
"Se trata de uno de los vinos con Denominación de Origen más antiguos de España, pues su producción comenzó a estar protegida desde 1933, a partir del Estatuto de la Viña y el Vino de 1932", explicó el delegado territorial de Agricultura, quien recordó que el primer reglamento del marco vitivinícola cordobés data del año 1945.
Además de obtener en el año 2011 el reconocimiento de la especificidad de sus vinos finos y del vino dulce Pedro Ximénez, tras más de dos décadas solicitándolo a las autoridades comunitarias, la DOP Montilla-Moriles se convirtió el pasado año en el primer distintivo de calidad de España que lograba certificar la huella de carbono, esto es, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se registran en la cadena de producción de bienes, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación y el transporte.
Asimismo, en 2011 se aprobó un nuevo reglamento de funcionamiento de las Denominaciones de Origen Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles, así como sus correspondientes pliegos de condiciones, mientras que el reconocimiento definitivo a la DOP Vinagre de Montilla-Moriles por parte de las autoridades comunitarias llegaría cuatro años más tarde, en enero de este mismo año.
El sector del vino en la provincia
La provincia de Córdoba cuenta en la actualidad con 3.000 viticultores censados, de los que el 74 por ciento se integran en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles. En total, el cultivo de la vid en Córdoba abarca 6.500 hectáreas, 850 de las cuales se destinan a la producción de uva tinta.
Los últimos datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía revelan que en la actualidad existen 102 industrias vitivinícolas en activo. El pasado año, el valor de producción de la uva superó los 16,3 millones de euros, a pesar de que la cosecha no fue muy elevada. “En 2013, el valor de producción fue excepcional, al alcanzar los 25 millones de euros”, subrayó Francisco Zurera, quien reconoció que en 2012 apenas se alcanzaron los 13 millones de euros “al haber sido un mal año de producción y de precios”.
Actualmente existen en la provincia de Córdoba cuatro figuras de calidad en el sector vitivinícola: la DOP Montilla-Moriles y la DOP Vinagre de Montilla-Moriles, que comparten el Consejo Regulador que preside Javier Martín; junto a ellas está el indicativo geográfico Vinos de la Tierra-IGP de Córdoba –que desde el año 2004 ampara la producción de vinos tintos—y el de Villaviciosa de Córdoba –que certifica la calidad de los vinos blancos, jóvenes y dulces desde el año 2008--.
En ese sentido, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas, agradeció el “compromiso que la Junta de Andalucía tiene con todas las empresas agroalimentarias” de la localidad e hizo hincapié en el “futuro esperanzador” que se presenta al sector vitivinícola. “El futuro de Montilla, de su desarrollo turístico y económico, pasa por el vino como vehículo fundamental, unido a nuestro patrimonio y a nuestra cultura”, resaltó el regidor montillano.
El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con 2.218 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 5.235 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. “A finales de la década de los setenta, la zona Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década”, comentó Francisco Zurera.
En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles cuenta con 55 bodegas certificadas –de las cuales, 33 realizaron vendimia durante el pasado año-- y su demarcación geográfica engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.
"Se trata de uno de los vinos con Denominación de Origen más antiguos de España, pues su producción comenzó a estar protegida desde 1933, a partir del Estatuto de la Viña y el Vino de 1932", explicó el delegado territorial de Agricultura, quien recordó que el primer reglamento del marco vitivinícola cordobés data del año 1945.
Además de obtener en el año 2011 el reconocimiento de la especificidad de sus vinos finos y del vino dulce Pedro Ximénez, tras más de dos décadas solicitándolo a las autoridades comunitarias, la DOP Montilla-Moriles se convirtió el pasado año en el primer distintivo de calidad de España que lograba certificar la huella de carbono, esto es, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se registran en la cadena de producción de bienes, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufacturación y el transporte.
Asimismo, en 2011 se aprobó un nuevo reglamento de funcionamiento de las Denominaciones de Origen Montilla-Moriles y Vinagre de Montilla-Moriles, así como sus correspondientes pliegos de condiciones, mientras que el reconocimiento definitivo a la DOP Vinagre de Montilla-Moriles por parte de las autoridades comunitarias llegaría cuatro años más tarde, en enero de este mismo año.
El sector del vino en la provincia
La provincia de Córdoba cuenta en la actualidad con 3.000 viticultores censados, de los que el 74 por ciento se integran en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles. En total, el cultivo de la vid en Córdoba abarca 6.500 hectáreas, 850 de las cuales se destinan a la producción de uva tinta.
Los últimos datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía revelan que en la actualidad existen 102 industrias vitivinícolas en activo. El pasado año, el valor de producción de la uva superó los 16,3 millones de euros, a pesar de que la cosecha no fue muy elevada. “En 2013, el valor de producción fue excepcional, al alcanzar los 25 millones de euros”, subrayó Francisco Zurera, quien reconoció que en 2012 apenas se alcanzaron los 13 millones de euros “al haber sido un mal año de producción y de precios”.
Actualmente existen en la provincia de Córdoba cuatro figuras de calidad en el sector vitivinícola: la DOP Montilla-Moriles y la DOP Vinagre de Montilla-Moriles, que comparten el Consejo Regulador que preside Javier Martín; junto a ellas está el indicativo geográfico Vinos de la Tierra-IGP de Córdoba –que desde el año 2004 ampara la producción de vinos tintos—y el de Villaviciosa de Córdoba –que certifica la calidad de los vinos blancos, jóvenes y dulces desde el año 2008--.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR