El autobús escolar es el medio de transporte que utilizan a diario en la provincia de Córdoba casi 10.000 alumnos para acudir al colegio y regresar a casa. Debido a que muchos de esos desplazamientos se realizan por carreteras convencionales, donde el riesgo de accidentalidad es mayor, la Dirección General de Tráfico (DGT) pone hoy en marcha una campaña de vigilancia sobre los vehículos destinados a este tipo de transporte.
Aunque las cifras de siniestralidad anuales reflejan que es un sector seguro –en casi seis años solo se han producido siete accidentes con ocho heridos leves en la provincia– Tráfico quiere intensificar la vigilancia a los cerca de 17.000 autobuses que en España realizan cada día este servicio para que siga siendo un medio de transporte seguro.
Hasta el próximo viernes, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil incrementarán los controles que realizan a este tipo de transporte, comprobando que las autorizaciones y documentos de dichos vehículos son los correctos para la prestación del servicio; que los elementos de seguridad y demás condiciones técnicas son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción, ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.
Durante esta campaña se prestará especial atención al uso del cinturón de seguridad en aquellos autobuses escolares que lo tengan instalados, actualmente ese porcentaje asciende a más del 60 por ciento. Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales y nueve de cada diez lesiones infantiles, graves o mortales, podían haberse evitado, si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo, por lo que su uso es esencial en cualquier trayecto, corto o largo, independientemente de la vía por la que circule.
Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención, ya que es obligatorio que los equipen por fabricación. Que no haya ningún menor fallecido sin sistema de retención infantil es uno de los indicadores establecidos en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 aprobada en febrero de 2011 por el Consejo de Ministros.
Aunque las cifras de siniestralidad anuales reflejan que es un sector seguro –en casi seis años solo se han producido siete accidentes con ocho heridos leves en la provincia– Tráfico quiere intensificar la vigilancia a los cerca de 17.000 autobuses que en España realizan cada día este servicio para que siga siendo un medio de transporte seguro.
Hasta el próximo viernes, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil incrementarán los controles que realizan a este tipo de transporte, comprobando que las autorizaciones y documentos de dichos vehículos son los correctos para la prestación del servicio; que los elementos de seguridad y demás condiciones técnicas son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción, ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.
Durante esta campaña se prestará especial atención al uso del cinturón de seguridad en aquellos autobuses escolares que lo tengan instalados, actualmente ese porcentaje asciende a más del 60 por ciento. Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales y nueve de cada diez lesiones infantiles, graves o mortales, podían haberse evitado, si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo, por lo que su uso es esencial en cualquier trayecto, corto o largo, independientemente de la vía por la que circule.
Desde octubre de 2007 se deniega la matriculación a cualquier autobús que no lleve instalados estos sistemas de retención, ya que es obligatorio que los equipen por fabricación. Que no haya ningún menor fallecido sin sistema de retención infantil es uno de los indicadores establecidos en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 aprobada en febrero de 2011 por el Consejo de Ministros.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL