Cada día se producen muchos accidentes de tráfico de pronóstico leve o en los que sólo se registran daños materiales. Y en estos casos también hay que saber reaccionar, de ahí que una de las cuestiones que debemos aprender es a confeccionar correctamente el parte de accidentes europeo para, posteriormente, depurar la responsabilidad correspondiente.
El parte de accidentes de daños materiales es un un documento autocopiativo que, una vez confeccionado, debe presentarse en la compañía de seguros en un plazo máximo de siete días. Se trata de un documento que es común en todos los países de la Unión Europea, con la salvedad de los distintos idiomas en los que puede encontrarse.
Para superar la barrera del idioma a la hora de cumplimentar un parte en otro país es recomendable llevar varios juegos en español para que podamos cotejar cada apartado del documento en otro idioma con su número correspondiente. De esta manera no tendremos dificultades a la hora de rellenarlo.
El parte de accidente cuenta con varias partes. En los cinco primeros apartados se recogen los datos generales sobre el siniestro. En el campo 1 es necesario apuntar la fecha y la hora del accidente. En el campo 2 se debe indicar la localización, entendida como el país, y el lugar exacto donde ha tenido lugar el siniestro.
Conviene indicar la ubicación exacta, señalando la carretera o calle, para que quede más detallado. En el punto 3 es necesario apuntar si ha habido víctimas, incluso en el caso de que éstas sean leves. Para ello hay que rellenar la casilla del “no” o del “sí”, según corresponda.
En el apartado de los daños materiales, el cuarto de la declaración amistosa, el accidentado debe indicar si se han causado daños a otros vehículos no involucrados directamente en el accidente, así como si objetos ajenos al mismo han sufrido deterioros, tales como señales, farolas, bancos o papeleras. Las respuestas son cerradas y sólo admiten la afirmación o la negación, por lo que no será preciso ofrecer más detalles.
En el caso de que las partes no se pongan de acuerdo y sea difícil esclarecer la responsabilidad en un accidente de tráfico, siempre es positivo contar con la declaración de testigos que hayan presenciado el suceso. Por ello, en el apartado 5 del documento hay que indicar los datos de contacto de todos aquellos que lo hayan presenciado, anotando nombre, dirección y teléfono. Así se les podrá localizar cuando sea necesario. Aunque en un primer momento pueda parecer que todo está muy claro, siempre se recomienda recoger los datos de los presentes por si en el transcurso de las acciones, las cosas cambian.
El segundo campo sería el destinado a identificar los vehículos implicados, aportando datos tales como marca, modelo, matrícula, nombre del conductor o daños sufridos en los vehículos, entre otros datos. Tras el encabezado, creado por los datos generales, el parte se disgrega en 3 columnas, una para cada vehículo implicado en el accidente y otra para las circunstancias del mismo.
En la parte izquierda de la hoja aparece un recuadro azul, dentro del cual hay que incluir los datos del vehículo A, mientras que los del vehículo B deberán indicarse en la columna de la derecha, marcada en color amarillo. En ambos casos, los datos que se deben cumplimentar son los mismos.
Para rellenar este apartado, hay que consignar los datos del tomador del seguro, por lo que es muy útil tener cerca la póliza. Es necesario completar el nombre, apellidos, domicilio, código postal y país, además del teléfono o dirección de correo electrónico, aunque es recomendable poner ambos datos si se dispone de ellos, para así facilitar la comunicación.
Hay que tener cuidado a la hora de rellenar estos campos, porque un error puede dificultar la localización de la póliza y demorar el pago del siniestro. No obstante, este campo se rellena a partir del permiso de conducir, ya que la información relevante la componen los datos personales de la persona que conducía el vehículo en el momento del siniestro y los recogidos en el propio carnet. Los últimos apartados de las columnas laterales sirven para describir los daños que se aprecien tanto en el vehículo A como en el B, junto con las observaciones que se quieran añadir sobre el siniestro.
El tercer apartado sería para indicar la maniobra que estaba realizándose en el momento del accidente. La columna central de la declaración amistosa de accidente es el lugar donde se indican las circunstancias en las que se ha producido el suceso. En ese sentido, se trata de una parte importante del documento, vital para asignar responsabilidades.
Conviene rellenar todas las casillas que se crean necesarias y, en el croquis, se debe representar gráficamente el golpe, explicando lo mejor posible. Se realiza a mano alzada: no hace falta ser un buen dibujante para ello, ya que basta con indicar de la mejor forma posible cómo se ha producido el siniestro.
El último apartado es el destinado a estampar las firmas de ambos conductores, lo que no significa que se esté de acuerdo con la forma en que se produjo el accidente. Así mismo, en la parte reversa, hay un apartado por si se desea aclarar de mejor forma algo que se haya quedado atrás. Una vez confeccionado al completo, se separan las hojas autocopiativas y cada conductor implicado hace uso de una de ellas para entregarla posteriormente en su compañía de seguros.
El parte de accidentes de daños materiales es un un documento autocopiativo que, una vez confeccionado, debe presentarse en la compañía de seguros en un plazo máximo de siete días. Se trata de un documento que es común en todos los países de la Unión Europea, con la salvedad de los distintos idiomas en los que puede encontrarse.
Para superar la barrera del idioma a la hora de cumplimentar un parte en otro país es recomendable llevar varios juegos en español para que podamos cotejar cada apartado del documento en otro idioma con su número correspondiente. De esta manera no tendremos dificultades a la hora de rellenarlo.
El parte de accidente cuenta con varias partes. En los cinco primeros apartados se recogen los datos generales sobre el siniestro. En el campo 1 es necesario apuntar la fecha y la hora del accidente. En el campo 2 se debe indicar la localización, entendida como el país, y el lugar exacto donde ha tenido lugar el siniestro.
Conviene indicar la ubicación exacta, señalando la carretera o calle, para que quede más detallado. En el punto 3 es necesario apuntar si ha habido víctimas, incluso en el caso de que éstas sean leves. Para ello hay que rellenar la casilla del “no” o del “sí”, según corresponda.
En el apartado de los daños materiales, el cuarto de la declaración amistosa, el accidentado debe indicar si se han causado daños a otros vehículos no involucrados directamente en el accidente, así como si objetos ajenos al mismo han sufrido deterioros, tales como señales, farolas, bancos o papeleras. Las respuestas son cerradas y sólo admiten la afirmación o la negación, por lo que no será preciso ofrecer más detalles.
En el caso de que las partes no se pongan de acuerdo y sea difícil esclarecer la responsabilidad en un accidente de tráfico, siempre es positivo contar con la declaración de testigos que hayan presenciado el suceso. Por ello, en el apartado 5 del documento hay que indicar los datos de contacto de todos aquellos que lo hayan presenciado, anotando nombre, dirección y teléfono. Así se les podrá localizar cuando sea necesario. Aunque en un primer momento pueda parecer que todo está muy claro, siempre se recomienda recoger los datos de los presentes por si en el transcurso de las acciones, las cosas cambian.
El segundo campo sería el destinado a identificar los vehículos implicados, aportando datos tales como marca, modelo, matrícula, nombre del conductor o daños sufridos en los vehículos, entre otros datos. Tras el encabezado, creado por los datos generales, el parte se disgrega en 3 columnas, una para cada vehículo implicado en el accidente y otra para las circunstancias del mismo.
En la parte izquierda de la hoja aparece un recuadro azul, dentro del cual hay que incluir los datos del vehículo A, mientras que los del vehículo B deberán indicarse en la columna de la derecha, marcada en color amarillo. En ambos casos, los datos que se deben cumplimentar son los mismos.
Para rellenar este apartado, hay que consignar los datos del tomador del seguro, por lo que es muy útil tener cerca la póliza. Es necesario completar el nombre, apellidos, domicilio, código postal y país, además del teléfono o dirección de correo electrónico, aunque es recomendable poner ambos datos si se dispone de ellos, para así facilitar la comunicación.
Hay que tener cuidado a la hora de rellenar estos campos, porque un error puede dificultar la localización de la póliza y demorar el pago del siniestro. No obstante, este campo se rellena a partir del permiso de conducir, ya que la información relevante la componen los datos personales de la persona que conducía el vehículo en el momento del siniestro y los recogidos en el propio carnet. Los últimos apartados de las columnas laterales sirven para describir los daños que se aprecien tanto en el vehículo A como en el B, junto con las observaciones que se quieran añadir sobre el siniestro.
El tercer apartado sería para indicar la maniobra que estaba realizándose en el momento del accidente. La columna central de la declaración amistosa de accidente es el lugar donde se indican las circunstancias en las que se ha producido el suceso. En ese sentido, se trata de una parte importante del documento, vital para asignar responsabilidades.
Conviene rellenar todas las casillas que se crean necesarias y, en el croquis, se debe representar gráficamente el golpe, explicando lo mejor posible. Se realiza a mano alzada: no hace falta ser un buen dibujante para ello, ya que basta con indicar de la mejor forma posible cómo se ha producido el siniestro.
El último apartado es el destinado a estampar las firmas de ambos conductores, lo que no significa que se esté de acuerdo con la forma en que se produjo el accidente. Así mismo, en la parte reversa, hay un apartado por si se desea aclarar de mejor forma algo que se haya quedado atrás. Una vez confeccionado al completo, se separan las hojas autocopiativas y cada conductor implicado hace uso de una de ellas para entregarla posteriormente en su compañía de seguros.
FRAN GALLEGO