Un año más, Cáritas Diocesana de Córdoba promoverá su Día de la Caridad coincidiendo con la festividad del Corpus Christi. Así lo han anunciado esta mañana la directora de la organización, María Dolores Vallecillo, junto al delegado diocesano, el sacerdote Manuel María Hinojosa, y al secretario general de la entidad, el montillano Salvador Ruiz Pino.
Los responsables de Cáritas Diocesana de Córdoba han aprovechado su comparecencia ante los medios de comunicación para mostrar su "agradecimiento más profundo" a los más de 1.700 voluntarios de 167 parroquias que, cada día, "muestran el rostro de la Iglesia en salida, siempre al servicio de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, con pequeños gestos que suponen grandes ayudas".
"Las personas que han vivido su primera etapa vital dentro de un hogar en pobreza tienen un riesgo grave de sufrir problemas económicos y situaciones de pobreza en su vida adulta", han explicado los responsables de Cáritas, que han mostrado su preocupación por "el sufrimiento y las condiciones de vida de la infancia actual", porque "en nuestra sociedad, tener hijos constituye uno de los factores de mayor riesgo para encontrarse en situaciones de pobreza y exclusión social".
De este modo, la campaña Un pequeño gesto, una gran ayuda invita a los católicos cordobeses "a salir al encuentro de los demás, a dar gratis nuestra propia vida, a dejarnos tocar y desgastar", dado que "en el Día de la Caridad, y en todo momento, estamos llamados a vivir y a poner en práctica pequeños gestos de fraternidad, de amor que se conmueve ante el dolor y el sufrimiento humanos".
Además de presentar la campaña para 2016, los responsables de Cáritas Diocesana de Córdoba han hecho balance del pasado año 2015, cuando la entidad, a través de sus proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y atención a personas sin hogar, pudo ayudar a un total de 8.253 personas, lo que supuso una inversión total de 2,6 millones de euros en programas de intervención social.
Entre estas acciones, la propia organización destacó el esfuerzo en los programas de empleo, gracias a los cuales, además de las tareas de acompañamiento, orientación e intermediación laboral, se pudo contratar a un total de 172 personas en exclusión, con una inversión total de 2,3 millones de euros.
La empresa de inserción sociolaboral Solemccor, por su parte, realizó una inversión de 1,7 millones de euros. "Toda esta actividad, se desarrolla sin menoscabo de nuestra cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos internacionales en Tánger, Jerusalén y Moyobamba (Perú), además de las ayudas a emergencias ante catástrofes naturales, hambruna, guerra o epidemias, como es el caso de Siria y Oriente Medio, Ucrania, Nepal, Ecuador o el Sahel", detallaron.
Una ayuda digna de elogio
La mayor y principal actividad de Cáritas se produce siempre a través de la generosidad y de la entrega de las 167 Cáritas Parroquiales que, probablemente, constituye la red de ayuda más extensa y cercana de apoyo para las personas en situaciones de exclusión y vulnerabilidad y que, según datos estimativos, han podido atender a cerca de 30.000 familias en toda la provincia.
Su constante aportación en el compromiso de sus 1.700 voluntarios no se limita a dar respuesta a las principales demandas provocadas por la crisis (alimentación, vivienda o acceso al empleo…). Más allá, su tarea consiste en hacerse cercana a las personas, reivindicar su dignidad, buscar con ellos respuestas a sus necesidades y descubrir sus potencialidades.
En este contexto, "las Cáritas Parroquiales son una oportunidad de compromiso y solidaridad para las personas que se implican participando en los equipos o con aportaciones económicas, haciendo posibles grandes ayudas donde muchas personas se sienten acogidas y escuchadas, ayudadas con alimentos, sufragando gastos de vivienda, suministros o farmacia cuando las personas no tienen ingresos, e incluso proporcionando a los niños material y apoyo escolar", tal y como destacan desde la entidad.
El perfil mayoritario de las personas que acuden a las Cáritas Parroquiales son mujeres, y se mantiene el aumento de personas desempleadas que acuden ante el agotamiento de las prestaciones sociales y parados de larga duración, situación que es especialmente crítica en los márgenes del desempleo juvenil o en los sectores de 55 o más años.
Los responsables de Cáritas Diocesana de Córdoba han aprovechado su comparecencia ante los medios de comunicación para mostrar su "agradecimiento más profundo" a los más de 1.700 voluntarios de 167 parroquias que, cada día, "muestran el rostro de la Iglesia en salida, siempre al servicio de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, con pequeños gestos que suponen grandes ayudas".
"Las personas que han vivido su primera etapa vital dentro de un hogar en pobreza tienen un riesgo grave de sufrir problemas económicos y situaciones de pobreza en su vida adulta", han explicado los responsables de Cáritas, que han mostrado su preocupación por "el sufrimiento y las condiciones de vida de la infancia actual", porque "en nuestra sociedad, tener hijos constituye uno de los factores de mayor riesgo para encontrarse en situaciones de pobreza y exclusión social".
De este modo, la campaña Un pequeño gesto, una gran ayuda invita a los católicos cordobeses "a salir al encuentro de los demás, a dar gratis nuestra propia vida, a dejarnos tocar y desgastar", dado que "en el Día de la Caridad, y en todo momento, estamos llamados a vivir y a poner en práctica pequeños gestos de fraternidad, de amor que se conmueve ante el dolor y el sufrimiento humanos".
Además de presentar la campaña para 2016, los responsables de Cáritas Diocesana de Córdoba han hecho balance del pasado año 2015, cuando la entidad, a través de sus proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y atención a personas sin hogar, pudo ayudar a un total de 8.253 personas, lo que supuso una inversión total de 2,6 millones de euros en programas de intervención social.
Entre estas acciones, la propia organización destacó el esfuerzo en los programas de empleo, gracias a los cuales, además de las tareas de acompañamiento, orientación e intermediación laboral, se pudo contratar a un total de 172 personas en exclusión, con una inversión total de 2,3 millones de euros.
La empresa de inserción sociolaboral Solemccor, por su parte, realizó una inversión de 1,7 millones de euros. "Toda esta actividad, se desarrolla sin menoscabo de nuestra cooperación internacional con las Cáritas del Sur, colaborando con proyectos internacionales en Tánger, Jerusalén y Moyobamba (Perú), además de las ayudas a emergencias ante catástrofes naturales, hambruna, guerra o epidemias, como es el caso de Siria y Oriente Medio, Ucrania, Nepal, Ecuador o el Sahel", detallaron.
Una ayuda digna de elogio
La mayor y principal actividad de Cáritas se produce siempre a través de la generosidad y de la entrega de las 167 Cáritas Parroquiales que, probablemente, constituye la red de ayuda más extensa y cercana de apoyo para las personas en situaciones de exclusión y vulnerabilidad y que, según datos estimativos, han podido atender a cerca de 30.000 familias en toda la provincia.
Su constante aportación en el compromiso de sus 1.700 voluntarios no se limita a dar respuesta a las principales demandas provocadas por la crisis (alimentación, vivienda o acceso al empleo…). Más allá, su tarea consiste en hacerse cercana a las personas, reivindicar su dignidad, buscar con ellos respuestas a sus necesidades y descubrir sus potencialidades.
En este contexto, "las Cáritas Parroquiales son una oportunidad de compromiso y solidaridad para las personas que se implican participando en los equipos o con aportaciones económicas, haciendo posibles grandes ayudas donde muchas personas se sienten acogidas y escuchadas, ayudadas con alimentos, sufragando gastos de vivienda, suministros o farmacia cuando las personas no tienen ingresos, e incluso proporcionando a los niños material y apoyo escolar", tal y como destacan desde la entidad.
El perfil mayoritario de las personas que acuden a las Cáritas Parroquiales son mujeres, y se mantiene el aumento de personas desempleadas que acuden ante el agotamiento de las prestaciones sociales y parados de larga duración, situación que es especialmente crítica en los márgenes del desempleo juvenil o en los sectores de 55 o más años.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN