El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha asegurado que durante la vigencia de la Agenda por el Empleo, Andalucía ha recuperado ya casi el 40 por ciento del empleo perdido en los años de crisis: el 38,7 por ciento, que supone 257.900 empleos desde 2014 a septiembre de 2016.
Por ello, el consejero remarcó el cumplimiento del objetivo final de este instrumento económico base, "consensuado con los agentes sociales y económicos para recuperar los niveles de empleo previos a la crisis en un horizonte temporal hasta 2020".
El titular de Economía de la Junta subrayó que la economía andaluza viene registrando desde 2014 "una trayectoria de crecimiento económico y creación de empleo que le está permitiendo avanzar en el proceso de convergencia europea", y que responde, en gran parte, "a las orientaciones de la política económica que está implementando nuestro gobierno".
El consejero Ramírez de Arellano repasó algunas de las políticas activas por el empleo, que se intensificaron desde septiembre de 2013, como las destinadas a favorecer el empleo joven y el de personas de 30 años y más; el plan de choque por el empleo; o las destinadas al impulso de una construcción más sostenible.
Asimismo, se han desarrollado convenios grandes empresas; el programa de ayudas financieras a las pymes; medidas para favorecer la inserción laboral, la estabilidad en el empleo, el retorno del talento y el fomento del trabajo autónomo, y aquellas para reducir las trabas administrativas a las empresas.
Además, añadió el consejero, se han articulado un conjunto de planes y leyes en esta legislatura que contribuirán a fomentar la internacionalización a través de la Estrategia de Internacionalización de la Economía Andaluza 2020, la innovación a través del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación, el emprendimiento a través la Ley Andaluza de Fomento del Emprendimiento (LAFE), o el trabajo autónomo, incentivado a través del Plan de Actuación del Trabajo Autónomo.
"El presupuesto de la comunidad autónoma para 2017 también asienta el diseño de un marco favorable para un crecimiento económico sólido" ha subrayado Arellano, destinándose 2.118 millones de euros para impulsar un crecimiento integrador, inteligente y sostenible: 448 millones para I+D+i; 1.146 millones para el fomento del empleo, y 524 millones para desarrollo económico", recordó.
Además, el consejero repasó algunos indicadores económicos que respaldan la consecución de los objetivos marcados como son el aumento del grado de industrialización, que alcanza el 18,8 por ciento del VAB en 2015; el grado de internacionalización de la economía, suponiendo las exportaciones de mercancías en 2015 un 16,7 por ciento sobre el PIB; y el aumento de la dimensión media del tejido empresarial, registrándose en los años 2014 y 2015 un crecimiento de las empresas de tamaño intermedio (10-49 trabajadores), con 1.470 empresas más.
Igualmente, se amplía la cualificación de la población en edad de trabajar, situándose en 2015 en el 25,6 por ciento del total (tres puntos por encima de lo que representaba en 2009), aumenta el esfuerzo de innovación y se mantiene el esfuerzo tecnológico: el gasto en I+D en porcentaje del PIB se sitúa en Andalucía en el 1,02 por ciento en 2015, prácticamente igual que el nivel que presentaba en 2008 (1,03%); mientras, a nivel nacional, el esfuerzo tecnológico se ha reducido en un 9,6 por ciento (pasa del 1,35 por ciento del PIB en 2008 al 1,22 en 2015).
Crecimiento real
En relación al crecimiento real de la economía andaluza, la Consejería de Economía y Conocimiento ha previsto un incremento del PIB del 2,9 por ciento en 2016, lo que supondría una revisión al alza de tres décimas respecto al dato previsto para el ejercicio (2,6%).
"Sobre estos parámetros, para 2017, calculamos un crecimiento real del PIB en Andalucía del 2,3 por ciento, en línea con el crecimiento económico español (2,3%) y por encima de la zona euro (1,5%), y en un contexto condicionado por la incertidumbre generada en la economía internacional", manifestó Ramírez de Arellano.
Este crecimiento de la economía andaluza en 2016 y 2017 tendrá su repercusión en el mercado laboral, previéndose la creación de 145.000 empleos en los dos años y superándose ya en 2016 las cifra de tres millones de puestos de trabajo en Andalucía.
Por tanto, "la política económica implementada por la Junta de Andalucía en su ámbito de competencias está permitiendo que la economía andaluza crezca y genere empleo, reorientando además su modelo productivo hacia otro esquema más competitivo, basado en el conocimiento y la innovación, la sostenibilidad ambiental y la cohesión social", concluyó el consejero.
Por ello, el consejero remarcó el cumplimiento del objetivo final de este instrumento económico base, "consensuado con los agentes sociales y económicos para recuperar los niveles de empleo previos a la crisis en un horizonte temporal hasta 2020".
El titular de Economía de la Junta subrayó que la economía andaluza viene registrando desde 2014 "una trayectoria de crecimiento económico y creación de empleo que le está permitiendo avanzar en el proceso de convergencia europea", y que responde, en gran parte, "a las orientaciones de la política económica que está implementando nuestro gobierno".
El consejero Ramírez de Arellano repasó algunas de las políticas activas por el empleo, que se intensificaron desde septiembre de 2013, como las destinadas a favorecer el empleo joven y el de personas de 30 años y más; el plan de choque por el empleo; o las destinadas al impulso de una construcción más sostenible.
Asimismo, se han desarrollado convenios grandes empresas; el programa de ayudas financieras a las pymes; medidas para favorecer la inserción laboral, la estabilidad en el empleo, el retorno del talento y el fomento del trabajo autónomo, y aquellas para reducir las trabas administrativas a las empresas.
Además, añadió el consejero, se han articulado un conjunto de planes y leyes en esta legislatura que contribuirán a fomentar la internacionalización a través de la Estrategia de Internacionalización de la Economía Andaluza 2020, la innovación a través del Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación, el emprendimiento a través la Ley Andaluza de Fomento del Emprendimiento (LAFE), o el trabajo autónomo, incentivado a través del Plan de Actuación del Trabajo Autónomo.
"El presupuesto de la comunidad autónoma para 2017 también asienta el diseño de un marco favorable para un crecimiento económico sólido" ha subrayado Arellano, destinándose 2.118 millones de euros para impulsar un crecimiento integrador, inteligente y sostenible: 448 millones para I+D+i; 1.146 millones para el fomento del empleo, y 524 millones para desarrollo económico", recordó.
Además, el consejero repasó algunos indicadores económicos que respaldan la consecución de los objetivos marcados como son el aumento del grado de industrialización, que alcanza el 18,8 por ciento del VAB en 2015; el grado de internacionalización de la economía, suponiendo las exportaciones de mercancías en 2015 un 16,7 por ciento sobre el PIB; y el aumento de la dimensión media del tejido empresarial, registrándose en los años 2014 y 2015 un crecimiento de las empresas de tamaño intermedio (10-49 trabajadores), con 1.470 empresas más.
Igualmente, se amplía la cualificación de la población en edad de trabajar, situándose en 2015 en el 25,6 por ciento del total (tres puntos por encima de lo que representaba en 2009), aumenta el esfuerzo de innovación y se mantiene el esfuerzo tecnológico: el gasto en I+D en porcentaje del PIB se sitúa en Andalucía en el 1,02 por ciento en 2015, prácticamente igual que el nivel que presentaba en 2008 (1,03%); mientras, a nivel nacional, el esfuerzo tecnológico se ha reducido en un 9,6 por ciento (pasa del 1,35 por ciento del PIB en 2008 al 1,22 en 2015).
Crecimiento real
En relación al crecimiento real de la economía andaluza, la Consejería de Economía y Conocimiento ha previsto un incremento del PIB del 2,9 por ciento en 2016, lo que supondría una revisión al alza de tres décimas respecto al dato previsto para el ejercicio (2,6%).
"Sobre estos parámetros, para 2017, calculamos un crecimiento real del PIB en Andalucía del 2,3 por ciento, en línea con el crecimiento económico español (2,3%) y por encima de la zona euro (1,5%), y en un contexto condicionado por la incertidumbre generada en la economía internacional", manifestó Ramírez de Arellano.
Este crecimiento de la economía andaluza en 2016 y 2017 tendrá su repercusión en el mercado laboral, previéndose la creación de 145.000 empleos en los dos años y superándose ya en 2016 las cifra de tres millones de puestos de trabajo en Andalucía.
Por tanto, "la política económica implementada por la Junta de Andalucía en su ámbito de competencias está permitiendo que la economía andaluza crezca y genere empleo, reorientando además su modelo productivo hacia otro esquema más competitivo, basado en el conocimiento y la innovación, la sostenibilidad ambiental y la cohesión social", concluyó el consejero.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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