El Ayuntamiento de La Rambla denunció ayer el "engaño" de los promotores de la fiesta de Fin de Año en el Hotel Atalaya, del que ha venido informando en primicia Montemayor Digital desde el pasado día 1. Por medio de un comunicado, y en la línea de lo avanzado ayer por este periódico, el Consistorio que preside Alfonso Osuna volvió a ofrecer detalles sobre los preparativos del cotillón, que en los cuatro últimos días ha generado quejas y denuncias por parte de muchos de los asistentes.
"Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de que se iba a llevar a cabo una fiesta de Fin de Año en el Hotel Atalaya, este Ayuntamiento, en coordinación con la Policía Nacional, puso en marcha todas las acciones necesarias para velar por la seguridad de las personas que acudieran a dicha fiesta si finalmente se llevaba a cabo", reiteraron ayer desde el Consistorio.
Como primera medida, el Ayuntamiento de La Rambla decidió convocar para el pasado 26 de diciembre una junta local de seguridad de carácter extraordinario en la que se invitó a la empresa promotora, Eventos Color Sur, radicada en Fuengirola, para que expusiera todos los pormenores y las medidas que llevarían a cabo para salvaguardar la seguridad de los asistentes.
Durante el transcurso de la reunión, los representantes de la empresa se comprometieron a no superar el aforo del local, fijado en 750 personas, así como "triplicar el personal de seguridad para garantizar el bienestar de los asistentes, poner una UVI móvil en lugar de una ambulancia, no servir alcohol a menores y subsanar todas las deficiencias que, previa inspección, ya habían sido detectadas", detalla el comunicado municipal.
En días posteriores a esa junta local de seguridad, los técnicos del Ayuntamiento y los responsables del Hotel Atalaya pudieron comprobar que todas las incidencias estaban "perfectamente subsanadas" y que los preparativos del cotillón se correspondían con los de una fiesta para atender a 750 personas. "Por tal motivo entendimos que se reunían todos los requisitos para llevar a cabo el cotillón con garantías suficientes para la seguridad de los asistentes", insistió ayer el Consistorio.
Sin embargo, el testimonio de los agentes de la Policía Local de la Rambla que estuvieron toda la noche en el lugar velando por la seguridad de los asistentes, así como las "muchas quejas de los usuarios que sufrieron en sus carnes las nefastas consecuencias de la mala organización", llevaron al Ayuntamiento a comprobar "tristemente cómo habíamos sido engañados por la empresa Eventos Color Sur".
"Este Ayuntamiento lamenta profundamente que hayan abusado de una forma cruel de la buena voluntad de cientos de personas que solo querían disfrutar de una noche que les vendieron de ensueño y que, finalmente, se convirtió en una pesadilla", expresa el comunicado municipal, en el que se anuncia que el Consistorio "tomará las acciones legales pertinentes contra la empresa Eventos Color Sur a fin de exigirle que restauren el daño ocasionado".
Asimismo, el Ayuntamiento de La Rambla invitó ayer a todos los afectados a que "hagan uso de su derecho legal a denunciar ante el Punto de Información al Consumidor los hechos ocurridos con objeto de que se restaure el daño ocasionado".
"Desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de que se iba a llevar a cabo una fiesta de Fin de Año en el Hotel Atalaya, este Ayuntamiento, en coordinación con la Policía Nacional, puso en marcha todas las acciones necesarias para velar por la seguridad de las personas que acudieran a dicha fiesta si finalmente se llevaba a cabo", reiteraron ayer desde el Consistorio.
Como primera medida, el Ayuntamiento de La Rambla decidió convocar para el pasado 26 de diciembre una junta local de seguridad de carácter extraordinario en la que se invitó a la empresa promotora, Eventos Color Sur, radicada en Fuengirola, para que expusiera todos los pormenores y las medidas que llevarían a cabo para salvaguardar la seguridad de los asistentes.
Durante el transcurso de la reunión, los representantes de la empresa se comprometieron a no superar el aforo del local, fijado en 750 personas, así como "triplicar el personal de seguridad para garantizar el bienestar de los asistentes, poner una UVI móvil en lugar de una ambulancia, no servir alcohol a menores y subsanar todas las deficiencias que, previa inspección, ya habían sido detectadas", detalla el comunicado municipal.
En días posteriores a esa junta local de seguridad, los técnicos del Ayuntamiento y los responsables del Hotel Atalaya pudieron comprobar que todas las incidencias estaban "perfectamente subsanadas" y que los preparativos del cotillón se correspondían con los de una fiesta para atender a 750 personas. "Por tal motivo entendimos que se reunían todos los requisitos para llevar a cabo el cotillón con garantías suficientes para la seguridad de los asistentes", insistió ayer el Consistorio.
Sin embargo, el testimonio de los agentes de la Policía Local de la Rambla que estuvieron toda la noche en el lugar velando por la seguridad de los asistentes, así como las "muchas quejas de los usuarios que sufrieron en sus carnes las nefastas consecuencias de la mala organización", llevaron al Ayuntamiento a comprobar "tristemente cómo habíamos sido engañados por la empresa Eventos Color Sur".
"Este Ayuntamiento lamenta profundamente que hayan abusado de una forma cruel de la buena voluntad de cientos de personas que solo querían disfrutar de una noche que les vendieron de ensueño y que, finalmente, se convirtió en una pesadilla", expresa el comunicado municipal, en el que se anuncia que el Consistorio "tomará las acciones legales pertinentes contra la empresa Eventos Color Sur a fin de exigirle que restauren el daño ocasionado".
Asimismo, el Ayuntamiento de La Rambla invitó ayer a todos los afectados a que "hagan uso de su derecho legal a denunciar ante el Punto de Información al Consumidor los hechos ocurridos con objeto de que se restaure el daño ocasionado".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: BEATRIZ JIMÉNEZ (CEDIDA)
FOTOGRAFÍA: BEATRIZ JIMÉNEZ (CEDIDA)