La Ruta del Vino Montilla-Moriles decidió ayer
enmendar la plana a la Asociación Española de Ciudades del Vino
(Acevin), mes y medio después de que se hiciera público el décimo
informe anual sobre las visitas a bodegas y museos del vino, en el que
se asegura que los recursos asociados a este producto del marco
vitivinícola cordobés registraron 17.249 visitas en 2017, es decir, un
5,96 por ciento menos con respecto al ejercicio anterior y 6,55 puntos
por debajo de las cifras que se habían computado en 2015.
Por medio de un comunicado, la Ruta del Vino Montilla-Moriles defendió ayer que "tras recabar todos los datos por parte de las bodegas y museos" adheridos a este proyecto, el resultado es que el número de visitantes se incrementó realmente durante el pasado año en un 6,48 por ciento.
"Los datos ofrecidos por Acevin en el Informe de Visitantes a Bodegas y Museos del Vino de las Rutas del Vino de España con respecto a la Ruta del Vino Montilla-Moriles son inferiores a los que ahora se reflejan, dado que en el momento de publicación de dicho informe, la Ruta no disponía de la totalidad de sus datos de visitantes", aseguraban ayer desde el marco vitivinícola cordobés para tratar de justificar el balance negativo publicado por el colectivo que aglutina a las ciudades del vino del país.
Y es que, según el informe de Acevin –que todavía puede consultarse en la web de la entidad y que ayer se esforzaron por desmentir desde Montilla-Moriles–, los museos de esta Ruta del Vino se convirtieron el pasado año, con solo 164 entradas, en los menos visitados de cuantos existen en los 22 destinos enoturísticos que disponen de ellos, donde estos enclaves sí lograron convertirse en un factor de atracción de visitantes para sus respectivas rutas.
Según el comunicado emitido ayer desde Montilla-Moriles, "una vez recabada toda la información", el número de visitantes entre bodegas y museos durante el año 2017 anotó un crecimiento del 6,48 por ciento con respecto al año anterior, lo que se traduce en una "cifra real" de 19.529 visitantes.
A su vez, desde el marco vitivinícola cordobés aseguraron ayer que el número de visitas a bodegas también aumentó "considerablemente" con respecto al año 2016 –en un 7,93 por ciento–, "además de recuperar la bajada que se produjo en ese año con respecto al 2015".
"El resultado arrojado por estos datos reales confirma el crecimiento del sector vitivinícola, suponiendo solo una parte de la cifra total de negocio generada por el enoturismo en la Ruta del Vino Montilla-Moriles", continúa el comunicado, que añade que "estas visitas generan en el destino un impacto económico que no solo beneficia a bodegas, lagares y museos o centros de interpretación del vino, sino también al sector de restauración, hostelería y comercios, entre otros".
Por medio de un comunicado, la Ruta del Vino Montilla-Moriles defendió ayer que "tras recabar todos los datos por parte de las bodegas y museos" adheridos a este proyecto, el resultado es que el número de visitantes se incrementó realmente durante el pasado año en un 6,48 por ciento.
"Los datos ofrecidos por Acevin en el Informe de Visitantes a Bodegas y Museos del Vino de las Rutas del Vino de España con respecto a la Ruta del Vino Montilla-Moriles son inferiores a los que ahora se reflejan, dado que en el momento de publicación de dicho informe, la Ruta no disponía de la totalidad de sus datos de visitantes", aseguraban ayer desde el marco vitivinícola cordobés para tratar de justificar el balance negativo publicado por el colectivo que aglutina a las ciudades del vino del país.
Y es que, según el informe de Acevin –que todavía puede consultarse en la web de la entidad y que ayer se esforzaron por desmentir desde Montilla-Moriles–, los museos de esta Ruta del Vino se convirtieron el pasado año, con solo 164 entradas, en los menos visitados de cuantos existen en los 22 destinos enoturísticos que disponen de ellos, donde estos enclaves sí lograron convertirse en un factor de atracción de visitantes para sus respectivas rutas.
Según el comunicado emitido ayer desde Montilla-Moriles, "una vez recabada toda la información", el número de visitantes entre bodegas y museos durante el año 2017 anotó un crecimiento del 6,48 por ciento con respecto al año anterior, lo que se traduce en una "cifra real" de 19.529 visitantes.
A su vez, desde el marco vitivinícola cordobés aseguraron ayer que el número de visitas a bodegas también aumentó "considerablemente" con respecto al año 2016 –en un 7,93 por ciento–, "además de recuperar la bajada que se produjo en ese año con respecto al 2015".
"El resultado arrojado por estos datos reales confirma el crecimiento del sector vitivinícola, suponiendo solo una parte de la cifra total de negocio generada por el enoturismo en la Ruta del Vino Montilla-Moriles", continúa el comunicado, que añade que "estas visitas generan en el destino un impacto económico que no solo beneficia a bodegas, lagares y museos o centros de interpretación del vino, sino también al sector de restauración, hostelería y comercios, entre otros".
J.P. BELLIDO / I. TÉLLEZ