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Las primeras lluvias de septiembre generan inquietud en las paseras del marco vitivinícola Montilla-Moriles

Los chubascos de carácter tormentoso que se registraron durante buena parte de la jornada de ayer en la Campiña cordobesa generaron inquietud y nerviosismo entre las cooperativas y bodegas de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles que elaboran vino dulce Pedro Ximénez (PX) y que, desde hace varias semanas, desarrollan una actividad frenética en varias paseras enclavadas en Montilla, Montemayor, Montalbán y Santaella.



Y es que la gran enemiga de las paseras es la humedad, por lo que la aparición de las primeras lluvias –que, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), podrían volver a repetirse hoy y, esporádicamente, a lo largo de esta semana– puede afectar al peculiar proceso de elaboración del PX, que comienza con la exposición de los racimos de uva al sol durante algo más de una semana para procurar la deshidratación de los frutos y la concentración de sus azúcares.

Por lo general, las uvas que se destinan a la elaboración de vinos dulces proceden de viñedos tradicionales, de cepas de porte bajo que, al contar con una producción menor, garantizan una mayor graduación Baumé. Pero el proceso de pasificación de las uvas requiere, esencialmente, calor y falta de humedad. No en vano, un exceso de agua complica el proceso de crianza del vino, haciendo la fermentación más compleja.

Junto con la cooperativa La Aurora, los principales productores de vino dulce Pedro Ximénez en el marco Montilla-Moriles siguen siendo las Bodegas del Pino de Montalbán, las Bodegas Galán Portero de Montilla, la cooperativa La Purísima de Puente Genil y Bodegas San Acacio de Montemayor que, en campañas anteriores, ha sido la primera en instalar su pasera, dado que los viñedos de sus socios se ubican mayoritariamente en terrenos arenosos, lo que hace que las uvas maduren entre una semana y diez días antes que en el resto de la comarca.

Precisamente por eso, la inquietud que despierta la lluvia en las personas que trabajan en las paseras del marco Montilla-Moriles se deja notar menos en Montemayor, donde la naturaleza arenosa de sus terrenos ayuda a drenar rápidamente el agua, reduciendo al mínimo el riesgo de podredumbres.

"Nosotros dejamos de extender uva el pasado miércoles, ante las previsiones de lluvia que manejábamos, y ya hemos recogido prácticamente la mitad del fruto", explicó, en declaraciones a Montilla Digital, el gerente de San Acacio, Juan Antonio Aguilar, quien confirmó que por el momento no se han registrado daños en su pasera. "Ahora hay que estar muy pendientes y voltear la uva para que no se estropeen los racimos", apuntó.



En similares términos se manifestó Manuel Galán, gerente de Bodegas Galán Portero, una empresa familiar especializada en la elaboración y crianza de vino dulce Pedro Ximénez cuyos técnicos evaluaron durante el día de ayer el estado sanitario del fruto extendido junto a Los Picos de El Cigarral, a las afueras de Montilla.

Mejor suerte ha corrido la pasera con la que Bodegas Robles cuenta en el paraje de Villargallegos, cerca de Santaella, donde la firma montillana inicia el proceso de elaboración de su vino ecológico Piedra Luenga. "Apenas se registraron 4 litros de lluvia, de modo que la parte inferior de los faldos se ha mantenido seca y la uva está intacta", recalcó Francisco Robles, quien no obstante reconoció que si las previsiones de lluvia se mantienen, "habrá que tomar una decisión a mediados de la semana que viene".

Bodegas del Pino y La Aurora recogen parte de su producción

Por su parte, los responsables de la cooperativa La Aurora prefirieron no poner en riesgo la producción de uva pasa y, a última hora del viernes, ordenaron levantar parte de la pasera ubicada frente a sus instalaciones, junto al trazado de la antigua travesía de la carretera nacional N-331, a la salida de Montilla.

Según detalló el presidente de la entidad, Juan Rafael Portero, entre el viernes y el sábado, los trabajadores de la pasera retiraron en torno a 450.000 kilos de uva que, no obstante, ya habían alcanzado el estado óptimo para la elaboración del vino dulce. El resto de la producción se mantiene todavía bajo el sol, en una finca próxima al edificio del antiguo Hospital Virgen de las Viñas, donde se llegaron a registrar en torno a 13 litros de lluvia por metro cuadrado.



"Si en los próximos días no llueve, el funcionamiento de la pasera continuará con normalidad pues, no superándose los 30 o 40 litros por metro cuadrado, no hay nada que temer", explicó Juan Rafael Portero, quien confirmó que el Pedro Ximénez que están obteniendo de las primeras uvas que se extendieron al sol hace algo más de dos semanas es "de primera calidad". Con todo, el objetivo de la cooperativa para este año es el de destinar entre un millón y un millón y medio de kilos de uva a la elaboración de este característico vino de la DOP Montilla-Moriles.

En el caso de Bodegas del Pino, una firma que atesora más de ocho décadas de trayectoria y que constituye un referente mundial en la elaboración de vino dulce Pedro Ximénez, sus técnicos acordaron levantar ayer por la mañana un 20 por ciento del fruto que permanecía al sol, "todo el que ya había alcanzado el grado de pasificación adecuado para obtener vinos dulces Pedro Ximénez", en palabras de su responsable, Manuel Luis del Pino.

Tal y como destacó el también presidente de la Asociación Provincial de Vinos y Bebidas Alcohólicas, "las primeras lluvias no suelen perjudicar mucho las paseras ya que la tierra está muy seca y absorbe toda la humedad", si bien reconoció que el problema surgiría en caso de que las inclemencias meteorológicas persistieran durante los próximos días. "Pero si el tiempo se estabiliza y sale el sol, puede que estas lluvias no supongan un problema", sentenció.

J.P. BELLIDO / I. TÉLLEZ
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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