A falta del aforo final que se hará público tras la conclusión definitiva de la vendimia en el marco Montilla-Moriles, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba) ha situado en el 20 por ciento la merma de cosecha que se registrará este año, debido a la falta de precipitaciones durante buena parte de la pasada primavera.
De esta forma, el balance hecho público por la Sectorial Vitivinícola de la organización agraria, a tan solo dos días del cierre oficial de la campaña, recoge un aforo provisional de 37 millones de kilos de uva blanca, una cifra que contrasta con los 44 millones de kilos que se recolectaron el pasado año. Respecto a la uva tinta, la cosecha ha sido de 3,2 millones de kilos, un 30 por ciento menos que los 4,6 millones de kilos cosechados durante la campaña pasada.
Con todo, el presidente de la Sectorial, Juan Manuel Centella, subrayó que la calidad del producto es "excepcional, de mayor calidad que el año pasado", gracias a una campaña agronómica "buena, aunque la viña no se haya cargado de uva", tras registrarse un verano suave de temperaturas y una primavera en la que la ausencia de lluvias también ha reducido las posibles enfermedades que atacan el cultivo de la vid.
En ese sentido, el sector prevé obtener en esta campaña del orden de 19 millones de litros de vino blanco calificado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, una cantidad "suficiente" para abastecer los mercados, dado que genera un "equilibrio" entre la oferta y la demanda, lo que conduce a pensar que no se registrarán excedentes de vinos a partir de esta vendimia.
Con respecto a los precios de la uva fijados por el sector bodeguero, desde Asaja-Córdoba lamentaron ayer que su descenso "no está acorde" con al nivel de producción y con la buena calidad del fruto. En este sentido, la organización agraria hizo un llamamiento a las cooperativas para que "defiendan la excepcionalidad del producto este año" ante la postura de las bodegas de mantener los precios de la campaña pasada –que rondaron los 0,41 euros por kilo–, lo que, sumado a la disminución de la cosecha, "puede afectar negativamente al sector".
El pasado año, el marco Montilla-Moriles finalizó la vendimia con un aforo final de 44 millones de kilos de uva blanca, una producción que supuso un incremento del 30 por ciento con respecto a la cosecha registrada en 2017, gracias a la tardía maduración de la uva propiciada por una primavera muy lluviosa y un mes de julio anormalmente fresco.
Con todo, en los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del año 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes. Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.
Un sector emblemático
El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con algo más de 2.000 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 4.890 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. A finales de la década de los setenta, Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década.
En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.
De esta forma, el balance hecho público por la Sectorial Vitivinícola de la organización agraria, a tan solo dos días del cierre oficial de la campaña, recoge un aforo provisional de 37 millones de kilos de uva blanca, una cifra que contrasta con los 44 millones de kilos que se recolectaron el pasado año. Respecto a la uva tinta, la cosecha ha sido de 3,2 millones de kilos, un 30 por ciento menos que los 4,6 millones de kilos cosechados durante la campaña pasada.
Con todo, el presidente de la Sectorial, Juan Manuel Centella, subrayó que la calidad del producto es "excepcional, de mayor calidad que el año pasado", gracias a una campaña agronómica "buena, aunque la viña no se haya cargado de uva", tras registrarse un verano suave de temperaturas y una primavera en la que la ausencia de lluvias también ha reducido las posibles enfermedades que atacan el cultivo de la vid.
En ese sentido, el sector prevé obtener en esta campaña del orden de 19 millones de litros de vino blanco calificado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, una cantidad "suficiente" para abastecer los mercados, dado que genera un "equilibrio" entre la oferta y la demanda, lo que conduce a pensar que no se registrarán excedentes de vinos a partir de esta vendimia.
Con respecto a los precios de la uva fijados por el sector bodeguero, desde Asaja-Córdoba lamentaron ayer que su descenso "no está acorde" con al nivel de producción y con la buena calidad del fruto. En este sentido, la organización agraria hizo un llamamiento a las cooperativas para que "defiendan la excepcionalidad del producto este año" ante la postura de las bodegas de mantener los precios de la campaña pasada –que rondaron los 0,41 euros por kilo–, lo que, sumado a la disminución de la cosecha, "puede afectar negativamente al sector".
El pasado año, el marco Montilla-Moriles finalizó la vendimia con un aforo final de 44 millones de kilos de uva blanca, una producción que supuso un incremento del 30 por ciento con respecto a la cosecha registrada en 2017, gracias a la tardía maduración de la uva propiciada por una primavera muy lluviosa y un mes de julio anormalmente fresco.
Con todo, en los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del año 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes. Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.
Un sector emblemático
El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con algo más de 2.000 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 4.890 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. A finales de la década de los setenta, Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década.
En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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