La economía andaluza creció en el tercer trimestre de 2019 un 2,1 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, manteniendo un ritmo de crecimiento similar al dibujado en el trimestre inmediatamente anterior. Este dato refleja una décima por encima de la tasa registrada a nivel nacional y nueve décimas superior al índice de la eurozona y coloca el crecimiento intertrimestral en el 0,4 por ciento, de acuerdo con los resultados de la Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía, que elabora el Instituto de Estadística y Cartografía (IECA).
De esta forma, según estos datos, la contribución de la demanda regional al crecimiento del PIB regional ha sido de 1,6 puntos, por lo que el saldo con el exterior presenta una aportación positiva de cinco décimas al crecimiento interanual.
Por componentes de la demanda, el gasto en consumo final regional registró en ese periodo una subida del 1,2 por ciento, sumando ocho décimas al crecimiento interanual del PIB regional. Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares se apuntó un alza del 2,2 por ciento respecto al tercer trimestre del año anterior, lo que supone una repercusión de cinco décimas porcentuales al crecimiento regional.
Asimismo, la formación bruta de capital, experimentó un avance del 1,9 por ciento en el tercer trimestre de 2019, lo que representa una repercusión sobre el aumento del PIB regional de 0,3 puntos. Las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios crecieron un 3,6 por ciento y un 2,4 por ciento interanuales, respectivamente. La evolución de las ventas al exterior resulta especialmente positiva en un contexto internacional marcado por las tensiones comerciales y geopolíticas.
En cuanto a la oferta, las ramas primarias (agricultura, ganadería y pesca) registraron un descenso de su actividad del 2,3 por ciento, restando así una décima el crecimiento del PIB de Andalucía. Este dato se explica por la caída en la estimación de la producción de aceituna para esta campaña.
Por su parte, las actividades industriales en su conjunto se apuntaron en el tercer trimestre una tasa positiva del 2,6 por ciento, situándose su aportación al PIB en tres décimas. En este ámbito, destaca el comportamiento de la industria manufacturera, que experimentó una subida del 2,4 por ciento. El segmento de la construcción contribuyó al crecimiento del PIB de la comunidad con tres décimas, al escalar en su evolución hasta el 4,3 por ciento.
El sector servicios presentó en este periodo un ascenso del 2,5 por ciento, de lo que se derivó una aportación al incremento del PIB de 1,7 puntos. Por subsectores, todas las ramas dibujaron incrementos positivos en este periodo, destacando las actividades financieras y de seguros y las de carácter profesional, con avances del 7,2 por ciento y del 4,6 por ciento, respectivamente.
La Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía analiza también la incidencia de la creación de puestos de trabajo en el comportamiento general de la economía. Así, el empleo, medido en puestos de trabajo, presentó en el tercer trimestre un crecimiento interanual del 2,1 por ciento, siendo relevante la evolución de este indicador en la construcción, con una subida del 11,3 por ciento.
En general, los puestos de trabajo asalariados crecieron a un ritmo del 1,9 por ciento. Atendiendo a la perspectiva de las rentas, la remuneración de los asalariados registró una mejora del 3,2 por ciento en este periodo, mientras que el excedente de explotación bruto/renta mixta subió un 3,5 por ciento.
Estos datos registrados ponen de manifiesto que la economía andaluza mantiene un dinamismo superior respecto de las economías española y europea. No obstante, el entorno internacional de notable incertidumbre y riesgos geopolíticos, derivados de las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China, de los riesgos asociados al Brexit y de la reciente política arancelaria aplicada por Trump, han comenzado a condicionar ese buen comportamiento andaluz, en el que también está influyendo la incertidumbre política nacional.
De esta forma, según estos datos, la contribución de la demanda regional al crecimiento del PIB regional ha sido de 1,6 puntos, por lo que el saldo con el exterior presenta una aportación positiva de cinco décimas al crecimiento interanual.
Por componentes de la demanda, el gasto en consumo final regional registró en ese periodo una subida del 1,2 por ciento, sumando ocho décimas al crecimiento interanual del PIB regional. Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares se apuntó un alza del 2,2 por ciento respecto al tercer trimestre del año anterior, lo que supone una repercusión de cinco décimas porcentuales al crecimiento regional.
Asimismo, la formación bruta de capital, experimentó un avance del 1,9 por ciento en el tercer trimestre de 2019, lo que representa una repercusión sobre el aumento del PIB regional de 0,3 puntos. Las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios crecieron un 3,6 por ciento y un 2,4 por ciento interanuales, respectivamente. La evolución de las ventas al exterior resulta especialmente positiva en un contexto internacional marcado por las tensiones comerciales y geopolíticas.
En cuanto a la oferta, las ramas primarias (agricultura, ganadería y pesca) registraron un descenso de su actividad del 2,3 por ciento, restando así una décima el crecimiento del PIB de Andalucía. Este dato se explica por la caída en la estimación de la producción de aceituna para esta campaña.
Por su parte, las actividades industriales en su conjunto se apuntaron en el tercer trimestre una tasa positiva del 2,6 por ciento, situándose su aportación al PIB en tres décimas. En este ámbito, destaca el comportamiento de la industria manufacturera, que experimentó una subida del 2,4 por ciento. El segmento de la construcción contribuyó al crecimiento del PIB de la comunidad con tres décimas, al escalar en su evolución hasta el 4,3 por ciento.
El sector servicios presentó en este periodo un ascenso del 2,5 por ciento, de lo que se derivó una aportación al incremento del PIB de 1,7 puntos. Por subsectores, todas las ramas dibujaron incrementos positivos en este periodo, destacando las actividades financieras y de seguros y las de carácter profesional, con avances del 7,2 por ciento y del 4,6 por ciento, respectivamente.
La Contabilidad Regional Trimestral de Andalucía analiza también la incidencia de la creación de puestos de trabajo en el comportamiento general de la economía. Así, el empleo, medido en puestos de trabajo, presentó en el tercer trimestre un crecimiento interanual del 2,1 por ciento, siendo relevante la evolución de este indicador en la construcción, con una subida del 11,3 por ciento.
En general, los puestos de trabajo asalariados crecieron a un ritmo del 1,9 por ciento. Atendiendo a la perspectiva de las rentas, la remuneración de los asalariados registró una mejora del 3,2 por ciento en este periodo, mientras que el excedente de explotación bruto/renta mixta subió un 3,5 por ciento.
Estos datos registrados ponen de manifiesto que la economía andaluza mantiene un dinamismo superior respecto de las economías española y europea. No obstante, el entorno internacional de notable incertidumbre y riesgos geopolíticos, derivados de las tensiones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China, de los riesgos asociados al Brexit y de la reciente política arancelaria aplicada por Trump, han comenzado a condicionar ese buen comportamiento andaluz, en el que también está influyendo la incertidumbre política nacional.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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