El consejero de Economía, Conocimiento, Empresa y Universidad, Rogelio Velasco, ha anunciado en comisión parlamentaria que su departamento ha resuelto de forma provisional la convocatoria de 35 millones dirigida a financiar proyectos de I+D desarrollados por universidades y entidades públicas de investigación. Esta línea de subvenciones estará dotada en 2020 con 45 millones, según ha adelantado Velasco.
Estos incentivos, que se conceden en régimen de concurrencia competitiva, fueron convocados en la legislatura anterior y "quedaron pendientes y sin cerrarse debido a la paralización con la que nos encontramos cuando llegamos", ha remarcado Velasco, que ha defendido "la gestión eficaz" de su departamento para reactivar estas subvenciones y "el compromiso de la Junta con dar un nuevo impulso a la actividad investigadora, que se ha materializado con una inyección de 236,6 millones".
La convocatoria ha recibido 2.500 solicitudes y, tras la resolución provisional de las ayudas, se ha abierto ahora un periodo para la presentación de las alegaciones, que deberán ser analizadas por la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA), agencia dependiente de la Consejería de Economía, para proceder posteriormente a su resolución definitiva.
Los 35 millones sujetos a esta orden se han distribuido atendiendo a las cuatro modalidades que se incentivan en la convocatoria. Los proyectos que tienen como finalidad la generación de conocimiento 'frontera' han recibido diez millones de euros, las iniciativas de investigación orientadas a dar solución a los retos de la sociedad andaluza aglutinan 22 millones, los trabajos que se desarrollan en colaboración con el tejido productivo han obtenido 2,5 millones y las actuaciones para el fomento de la participación en el programa Horizonte 2020, 500.000 euros.
La generación de conocimiento frontera debe tener como finalidad la realización de proyectos científicos y tecnológicos de excelencia singulares y tractores de I+D+i, de desarrollo experimental, de conformación pluridisciplinar y aplicación transversal. Han de estar desarrollados para áreas concretas pero con una utilidad que pueda ser aprovechada por otros sectores de actividad próximos. También tienen que perseguir el fomento de tecnologías emergentes.
En el caso de los principales retos de la sociedad andaluza, las líneas de investigación deben centrarse en el campo de la salud, cambio demográfico y bienestar social; la seguridad alimentaria, agricultura e investigación marina; la energía segura y limpia; el transporte inteligente; el medio ambiente, la eficiencia de recursos y materias primas; las sociedades inclusivas; y la economía y sociedad digital.
La tercera modalidad incluye proyectos realizados en colaboración con el tejido productivo, preferentemente con pymes, que conlleven la transferencia de conocimiento y tecnología desde los centros de investigación al tejido empresarial mediante el desarrollo de servicios o productos innovadores. En este caso, las iniciativas investigadoras deberán contar con la participación de una o varias empresas.
En la cuarta tipología, la participación en el Programa Horizonte 2020, los incentivos tienen el objetivo de impulsar la internacionalización de las actividades de I+D+i del sistema andaluz del conocimiento, incrementando la participación de un mayor número de personal investigador en proyectos financiados por las futuras convocatorias de dicho programa europeo. Las subvenciones sufragarán los gastos necesarios para la preparación y presentación de nuevas propuestas en colaboración transnacional.
Modelo de financiación universitaria
Velasco ha asegurado que "una financiación adecuada del sistema universitario constituye una condición necesaria para su buen funcionamiento", por ello ha defendido el modelo propuesto a las instituciones académicas, asegurando que "esta primera propuesta será consensuada con los rectores con el fin de debatirla y contar para su aprobación con el mayor consenso posible".
El consejero ha explicado que esa propuesta "está en la línea de los modelos que operan en la mayoría de países de nuestro entorno". "El modelo de financiación propuesto supone una adecuación al momento presente y pone énfasis tanto en la cobertura de las necesidades como en la generación de los incentivos pertinentes", ha aclarado para añadir que "es necesario nutrir de una mayor coherencia al sistema andaluz para hacerlo más transparente y dar más peso a los resultados, a través de principios de suficiencia, equidad y eficiencia".
A juicio del consejero, "con las medidas previstas, Andalucía se convertiría en una de las comunidades pioneras en España en articular un modelo de financiación universitaria que vincule la subvención pública a incentivos". En ese sentido, ha señalado que esta propuesta se definirá en función del rendimiento, pero garantizando siempre los costes básicos. "Buscamos proporcionar una guía para la asignación de recursos equitativa y proporcionando a las universidades los incentivos adecuados para el desarrollo eficiente de su función social", ha remarcado.
Velasco ha recordado que el primer modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas se aprobó para el periodo 2002-2006; al que le siguió el definido para el periodo 2007-2011. Este último se prorrogó hasta 2016 y, desde entonces, Andalucía ha carecido de un sistema que se adaptara a las necesidades actuales de estas instituciones académicas y la comunidad universitaria.
El pasado 10 de diciembre de 2019, el consejero de Economía presentó a los rectores dicha propuesta y el 7 de febrero tuvo lugar una nueva reunión para seguir avanzando en su contenido y poderla aprobar con el mayor acuerdo posible.
Estos incentivos, que se conceden en régimen de concurrencia competitiva, fueron convocados en la legislatura anterior y "quedaron pendientes y sin cerrarse debido a la paralización con la que nos encontramos cuando llegamos", ha remarcado Velasco, que ha defendido "la gestión eficaz" de su departamento para reactivar estas subvenciones y "el compromiso de la Junta con dar un nuevo impulso a la actividad investigadora, que se ha materializado con una inyección de 236,6 millones".
La convocatoria ha recibido 2.500 solicitudes y, tras la resolución provisional de las ayudas, se ha abierto ahora un periodo para la presentación de las alegaciones, que deberán ser analizadas por la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA), agencia dependiente de la Consejería de Economía, para proceder posteriormente a su resolución definitiva.
Los 35 millones sujetos a esta orden se han distribuido atendiendo a las cuatro modalidades que se incentivan en la convocatoria. Los proyectos que tienen como finalidad la generación de conocimiento 'frontera' han recibido diez millones de euros, las iniciativas de investigación orientadas a dar solución a los retos de la sociedad andaluza aglutinan 22 millones, los trabajos que se desarrollan en colaboración con el tejido productivo han obtenido 2,5 millones y las actuaciones para el fomento de la participación en el programa Horizonte 2020, 500.000 euros.
La generación de conocimiento frontera debe tener como finalidad la realización de proyectos científicos y tecnológicos de excelencia singulares y tractores de I+D+i, de desarrollo experimental, de conformación pluridisciplinar y aplicación transversal. Han de estar desarrollados para áreas concretas pero con una utilidad que pueda ser aprovechada por otros sectores de actividad próximos. También tienen que perseguir el fomento de tecnologías emergentes.
En el caso de los principales retos de la sociedad andaluza, las líneas de investigación deben centrarse en el campo de la salud, cambio demográfico y bienestar social; la seguridad alimentaria, agricultura e investigación marina; la energía segura y limpia; el transporte inteligente; el medio ambiente, la eficiencia de recursos y materias primas; las sociedades inclusivas; y la economía y sociedad digital.
La tercera modalidad incluye proyectos realizados en colaboración con el tejido productivo, preferentemente con pymes, que conlleven la transferencia de conocimiento y tecnología desde los centros de investigación al tejido empresarial mediante el desarrollo de servicios o productos innovadores. En este caso, las iniciativas investigadoras deberán contar con la participación de una o varias empresas.
En la cuarta tipología, la participación en el Programa Horizonte 2020, los incentivos tienen el objetivo de impulsar la internacionalización de las actividades de I+D+i del sistema andaluz del conocimiento, incrementando la participación de un mayor número de personal investigador en proyectos financiados por las futuras convocatorias de dicho programa europeo. Las subvenciones sufragarán los gastos necesarios para la preparación y presentación de nuevas propuestas en colaboración transnacional.
Modelo de financiación universitaria
Velasco ha asegurado que "una financiación adecuada del sistema universitario constituye una condición necesaria para su buen funcionamiento", por ello ha defendido el modelo propuesto a las instituciones académicas, asegurando que "esta primera propuesta será consensuada con los rectores con el fin de debatirla y contar para su aprobación con el mayor consenso posible".
El consejero ha explicado que esa propuesta "está en la línea de los modelos que operan en la mayoría de países de nuestro entorno". "El modelo de financiación propuesto supone una adecuación al momento presente y pone énfasis tanto en la cobertura de las necesidades como en la generación de los incentivos pertinentes", ha aclarado para añadir que "es necesario nutrir de una mayor coherencia al sistema andaluz para hacerlo más transparente y dar más peso a los resultados, a través de principios de suficiencia, equidad y eficiencia".
A juicio del consejero, "con las medidas previstas, Andalucía se convertiría en una de las comunidades pioneras en España en articular un modelo de financiación universitaria que vincule la subvención pública a incentivos". En ese sentido, ha señalado que esta propuesta se definirá en función del rendimiento, pero garantizando siempre los costes básicos. "Buscamos proporcionar una guía para la asignación de recursos equitativa y proporcionando a las universidades los incentivos adecuados para el desarrollo eficiente de su función social", ha remarcado.
Velasco ha recordado que el primer modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas se aprobó para el periodo 2002-2006; al que le siguió el definido para el periodo 2007-2011. Este último se prorrogó hasta 2016 y, desde entonces, Andalucía ha carecido de un sistema que se adaptara a las necesidades actuales de estas instituciones académicas y la comunidad universitaria.
El pasado 10 de diciembre de 2019, el consejero de Economía presentó a los rectores dicha propuesta y el 7 de febrero tuvo lugar una nueva reunión para seguir avanzando en su contenido y poderla aprobar con el mayor acuerdo posible.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL