El Sindicato de Enfermería SATSE emitió ayer un comunicado para denunciar que la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir (ASAG), que gestiona el Hospital Comarcal de Montilla, rechaza practicar los test PCR para detectar el Covid-19 a los profesionales que han usado durante más de siete días mascarillas procedentes de un lote defectuoso.
"Estos modelos de mascarillas se han utilizado como FFP2 y FPP3, las de máximo nivel de protección, para realizar técnicas de alto riesgo y catalogadas como tal por las unidades de Prevención", explicó ayer SATSE, toda vez que recordó que "este nuevo incidente es ya el segundo caso de material defectuoso en apenas diez días, tras el caso de la retirada de las mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy, distribuidas por el Ministerio de Sanidad".
Por ello, SATSE ha exigido que "de forma inmediata" se localice a todos los profesionales que han utilizado estos materiales y "se les ponga en aislamiento preventivo mientras se le realizan las pruebas pertinentes para determinar si se han contagiado de Covid-19". Sin embargo, el sindicato asegura que el Servicio de Medicina Preventiva de la ASAG se niega a atender esta petición y solo realizarán las pruebas a profesionales que, según su criterio, "hayan tenido un contacto estrecho de alto riesgo".
Ante esta situación, SATSE ha mostrado su "indignación" por esta decisión ya que, según el sindicato, "la práctica asistencial diaria en una Unidad de Cuidados Intensivos con pacientes positivos hace imposible determinar quién es contacto estrecho y quién no lo es", de ahí que hayan vuelto a solicitar a la ASAG que "se consideren todos los profesionales afectados por este incidente como contactos estrechos de alto riesgo, como se está realizando en el resto del sistema sanitario público andaluz".
"Los profesionales deben contar con equipos de protección individual suficientes y adecuados, de cara a la protección de su salud y de la población, para garantizar la seguridad en el trabajo", reiteraron ayer desde SATSE, para añadir que "cuando la Administración comete el error de facilitar material inadecuado, lo menos que debe hacer es estar a la altura de las circunstancias para sacar de la incertidumbre que ha provocado a los profesionales".
A juicio del Sindicato de Enfermería, "esta situación está agravando y multiplicando el riesgo de contagio de los profesionales, generando un estrés añadido para los trabajadores, ya que no encuentran respuesta en el Servicio de Medicina Preventiva de su hospital". Para SATSE, "la decisión adoptada ni es ágil ni es acertada", ya que "hacer los test es la única forma de conocer si ha habido contagio y, por tanto, la única manera de anticiparnos a la progresión de la enfermedad".
"Estos modelos de mascarillas se han utilizado como FFP2 y FPP3, las de máximo nivel de protección, para realizar técnicas de alto riesgo y catalogadas como tal por las unidades de Prevención", explicó ayer SATSE, toda vez que recordó que "este nuevo incidente es ya el segundo caso de material defectuoso en apenas diez días, tras el caso de la retirada de las mascarillas FFP2 del fabricante Garry Galaxy, distribuidas por el Ministerio de Sanidad".
Por ello, SATSE ha exigido que "de forma inmediata" se localice a todos los profesionales que han utilizado estos materiales y "se les ponga en aislamiento preventivo mientras se le realizan las pruebas pertinentes para determinar si se han contagiado de Covid-19". Sin embargo, el sindicato asegura que el Servicio de Medicina Preventiva de la ASAG se niega a atender esta petición y solo realizarán las pruebas a profesionales que, según su criterio, "hayan tenido un contacto estrecho de alto riesgo".
Ante esta situación, SATSE ha mostrado su "indignación" por esta decisión ya que, según el sindicato, "la práctica asistencial diaria en una Unidad de Cuidados Intensivos con pacientes positivos hace imposible determinar quién es contacto estrecho y quién no lo es", de ahí que hayan vuelto a solicitar a la ASAG que "se consideren todos los profesionales afectados por este incidente como contactos estrechos de alto riesgo, como se está realizando en el resto del sistema sanitario público andaluz".
"Los profesionales deben contar con equipos de protección individual suficientes y adecuados, de cara a la protección de su salud y de la población, para garantizar la seguridad en el trabajo", reiteraron ayer desde SATSE, para añadir que "cuando la Administración comete el error de facilitar material inadecuado, lo menos que debe hacer es estar a la altura de las circunstancias para sacar de la incertidumbre que ha provocado a los profesionales".
A juicio del Sindicato de Enfermería, "esta situación está agravando y multiplicando el riesgo de contagio de los profesionales, generando un estrés añadido para los trabajadores, ya que no encuentran respuesta en el Servicio de Medicina Preventiva de su hospital". Para SATSE, "la decisión adoptada ni es ágil ni es acertada", ya que "hacer los test es la única forma de conocer si ha habido contagio y, por tanto, la única manera de anticiparnos a la progresión de la enfermedad".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR (ARCHIVO)