Las declaraciones de superficie que tramitan los agricultores de la provincia de Córdoba para poder acogerse a las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) reflejan un incremento de cultivos como el olivar y el ajo, según destacó la delegada de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Araceli Cabello, quien recalcó que entre las dos últimas campañas disponibles “se comprueba que los cultivos herbáceos tradicionales están dando paso a otros usos, como ya se viene observando en años previos”.
Las declaraciones de superficie de olivar continúan aumentando en la provincia, y en 2020 hay contabilizadas 356.058 hectáreas, 1.867 más que el pasado año. Este incremento del 0,5 por ciento se suma a la tendencia ascendente de los últimos años. "Hace diez años la superficie no llegaba a las 329.000 hectáreas", apuntó Cabello.
Según la delegada, la provincia está apostando por los cultivos leñosos y destaca el incremento del 53 por ciento en la superficie de almendro, que pasa de 6.257 hectáreas a 9.582, cuando hace diez años no superaba las 600 hectáreas en Córdoba. “Además, este cultivo se está implantando en tierras de buena aptitud agronómica, ligado en bastantes ocasiones a la posibilidad de riegos”, indicó Cabello.
Por su parte la superficie de pistacho se incrementa en un 13 por ciento, hasta las 611 hectáreas. Otros incrementos de superficie destacables son los del ajo, que crece un 6 por ciento, hasta las 1.752 hectáreas; el anís dulce, que aumenta un 31 por ciento, hasta las 3.628; y las especies aromáticas herbáceas, que ya suponen 79 hectáreas en la provincia.
En el apartado de los cereales de invierno, el trigo blando sufre un descenso del 5,5 por ciento, hasta situarse en 22.089 hectáreas. El trigo duro solo reduce su superficie en 270 hectáreas hasta situarse en las 35.929. Por su parte, la cebada se incrementa un 4,7 por ciento hasta situarse por encima del trigo blando, con 23.008 hectáreas.
Las oleaginosas, en cambio, han visto reducir su superficie cultivada en la provincia de Córdoba. El girasol lo hace un 6,7 por ciento, hasta los 25.584 hectáreas. Más significativa es la caída en superficie de la colza, que en un solo año pasa de 2.867 hectáreas hasta las 1.373. El maíz sufre un descenso del 62 por ciento, hasta las 984 hectáreas; la quinoa se reduce en un 14 por ciento, hasta las 1.484 hectáreas; y el algodón cae un 7 por ciento, hasta las 4.246.
Datos dispares para el viñedo
Los datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en relación al viñedo no coinciden con los aportados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DOP) Montilla-Moriles. Y es que, según la Junta, "el crecimiento en el viñedo de vinificación es de tres hectáreas y rompe la tendencia que se venía observando años atrás, hasta situarse en 4.441 hectáreas en la provincia".
Las estadísticas del Gobierno andaluz incluyen, según han precisado a este periódico fuentes de la propia Consejería, no solo los viñedos amparados por el Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles sino, también, las vides tintas que se acogen a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) "Vino de la Tierra de Córdoba", ubicadas en la Campiña Sur cordobesa y, también, en Villaviciosa de Córdoba.
Sin embargo, el Consejo Regulador Montilla-Moriles declara en este año 4.769,75 hectáreas de vid, de las que 1.602,34 se sitúan en Zona de Calidad Superior –con medio millar de viticultores inscritos– y 3.167,40 se ubican en Zona de Producción –donde hay registrados 1.358 propietarios–. De este modo, la cifra aportada por el máximo órgano de control de los vinos cordobeses excede en 329 hectáreas la que recoge la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en su balance basado en las solicitudes de la PAC.
Las declaraciones de superficie de olivar continúan aumentando en la provincia, y en 2020 hay contabilizadas 356.058 hectáreas, 1.867 más que el pasado año. Este incremento del 0,5 por ciento se suma a la tendencia ascendente de los últimos años. "Hace diez años la superficie no llegaba a las 329.000 hectáreas", apuntó Cabello.
Según la delegada, la provincia está apostando por los cultivos leñosos y destaca el incremento del 53 por ciento en la superficie de almendro, que pasa de 6.257 hectáreas a 9.582, cuando hace diez años no superaba las 600 hectáreas en Córdoba. “Además, este cultivo se está implantando en tierras de buena aptitud agronómica, ligado en bastantes ocasiones a la posibilidad de riegos”, indicó Cabello.
Por su parte la superficie de pistacho se incrementa en un 13 por ciento, hasta las 611 hectáreas. Otros incrementos de superficie destacables son los del ajo, que crece un 6 por ciento, hasta las 1.752 hectáreas; el anís dulce, que aumenta un 31 por ciento, hasta las 3.628; y las especies aromáticas herbáceas, que ya suponen 79 hectáreas en la provincia.
En el apartado de los cereales de invierno, el trigo blando sufre un descenso del 5,5 por ciento, hasta situarse en 22.089 hectáreas. El trigo duro solo reduce su superficie en 270 hectáreas hasta situarse en las 35.929. Por su parte, la cebada se incrementa un 4,7 por ciento hasta situarse por encima del trigo blando, con 23.008 hectáreas.
Las oleaginosas, en cambio, han visto reducir su superficie cultivada en la provincia de Córdoba. El girasol lo hace un 6,7 por ciento, hasta los 25.584 hectáreas. Más significativa es la caída en superficie de la colza, que en un solo año pasa de 2.867 hectáreas hasta las 1.373. El maíz sufre un descenso del 62 por ciento, hasta las 984 hectáreas; la quinoa se reduce en un 14 por ciento, hasta las 1.484 hectáreas; y el algodón cae un 7 por ciento, hasta las 4.246.
Datos dispares para el viñedo
Los datos ofrecidos por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en relación al viñedo no coinciden con los aportados por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DOP) Montilla-Moriles. Y es que, según la Junta, "el crecimiento en el viñedo de vinificación es de tres hectáreas y rompe la tendencia que se venía observando años atrás, hasta situarse en 4.441 hectáreas en la provincia".
Las estadísticas del Gobierno andaluz incluyen, según han precisado a este periódico fuentes de la propia Consejería, no solo los viñedos amparados por el Consejo Regulador de la DOP Montilla-Moriles sino, también, las vides tintas que se acogen a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) "Vino de la Tierra de Córdoba", ubicadas en la Campiña Sur cordobesa y, también, en Villaviciosa de Córdoba.
Sin embargo, el Consejo Regulador Montilla-Moriles declara en este año 4.769,75 hectáreas de vid, de las que 1.602,34 se sitúan en Zona de Calidad Superior –con medio millar de viticultores inscritos– y 3.167,40 se ubican en Zona de Producción –donde hay registrados 1.358 propietarios–. De este modo, la cifra aportada por el máximo órgano de control de los vinos cordobeses excede en 329 hectáreas la que recoge la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en su balance basado en las solicitudes de la PAC.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR