A falta del aforo final que se hará público tras la conclusión definitiva de la vendimia en el marco Montilla-Moriles, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba) ha situado en el 10 por ciento la merma de cosecha que se registrará este año, debido a la falta de precipitaciones durante buena parte de la pasada primavera y al estrés hídrico que ya venían arrastrando las vides desde el pasado verano.
De esta forma, el balance hecho público ayer por la Sectorial Vitivinícola de la organización agraria recoge un aforo provisional de 35 millones de kilos de uva blanca, una cifra que contrasta con los casi 38,9 millones de kilos que se recolectaron el pasado año.
Los últimos datos facilitados por el Consejo Regulador, con fecha 24 de septiembre, situaban en 35.202.937 los kilos de uva que han recibido las bodegas, lagares y cooperativas de la zona, desde que arrancara la cosecha el pasado 23 de julio. De esa cantidad de fruto, el 66 por ciento procede de viñedos situados en Zona de Producción y, el 34 por ciento restante, de vides situadas en Zona de Calidad Superior.
En los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes. Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.
Respecto a la uva tinta, la cosecha en los viñedos amparados por el Indicativo Geográfico Vinos de la Tierra de Córdoba ha sido de 1,8 millones de kilos, un 40 por ciento menos que los 3,2 millones de kilos cosechados durante la campaña pasada. El aforo de variedades negras ha sufrido una merma en los dos últimos años del 60 por ciento, como consecuencia del "importante arranque de vides que se ha registrado en la comarca en los dos últimos años", tal y como reconocen fuentes del sector.
También ha experimentado una merma el precio con el que las bodegas han liquidado el kilo de uva, pasando de los 42 céntimos de euro que se abonaron de media en 2019 a los 34 o 39 céntimos por kilo que se han pagado este año. No obstante, la mayor parte de la producción en el marco Montilla-Moriles es gestionada por las cooperativas, que liquidan el fruto en función de los resultados económicos de cada entidad, una vez concluida la campaña.
De esta forma, el balance hecho público ayer por la Sectorial Vitivinícola de la organización agraria recoge un aforo provisional de 35 millones de kilos de uva blanca, una cifra que contrasta con los casi 38,9 millones de kilos que se recolectaron el pasado año.
Los últimos datos facilitados por el Consejo Regulador, con fecha 24 de septiembre, situaban en 35.202.937 los kilos de uva que han recibido las bodegas, lagares y cooperativas de la zona, desde que arrancara la cosecha el pasado 23 de julio. De esa cantidad de fruto, el 66 por ciento procede de viñedos situados en Zona de Producción y, el 34 por ciento restante, de vides situadas en Zona de Calidad Superior.
En los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes. Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.
Respecto a la uva tinta, la cosecha en los viñedos amparados por el Indicativo Geográfico Vinos de la Tierra de Córdoba ha sido de 1,8 millones de kilos, un 40 por ciento menos que los 3,2 millones de kilos cosechados durante la campaña pasada. El aforo de variedades negras ha sufrido una merma en los dos últimos años del 60 por ciento, como consecuencia del "importante arranque de vides que se ha registrado en la comarca en los dos últimos años", tal y como reconocen fuentes del sector.
También ha experimentado una merma el precio con el que las bodegas han liquidado el kilo de uva, pasando de los 42 céntimos de euro que se abonaron de media en 2019 a los 34 o 39 céntimos por kilo que se han pagado este año. No obstante, la mayor parte de la producción en el marco Montilla-Moriles es gestionada por las cooperativas, que liquidan el fruto en función de los resultados económicos de cada entidad, una vez concluida la campaña.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
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