La Dirección General de Consumo de la Consejería de Salud y Familias recomienda a la ciudadanía apostar por un consumo responsable y moderado ante la próxima celebración del Black Friday y del Cyber Monday, huyendo del consumismo y de las compras compulsivas y comprando únicamente aquello que realmente se necesita. En caso de que se vayan a realizar compras, se invita a apostar por el comercio local y de proximidad para contribuir a la recuperación económica de un sector que se ha visto especialmente afectado por el Covid-19.
A la hora de realizar las compras, es conveniente no dejarse llevar por las prisas ni las ofertas y desconfiar de precios excesivamente bajos. Se debe tener en cuenta que todos los productos a la venta deben indicar su precio final y completo, incluyendo impuestos y cualquier tipo de carga o gravamen. Asimismo, es recomendable comparar entre distintas marcas y compañías para conocer las características que se ofrecen para productos similares y cuál de ellos se ajusta mejor a lo que se busca.
Además, antes de comprar un producto o contratar un servicio es importante informarse sobre la política de cambios y devoluciones, que depende de cada establecimiento. Salvo que el producto esconda un desperfecto o deterioro, la empresa no está obligada a devolver el dinero, pudiendo, en este caso, optarse por otras formas de restitución como ofrecer un vale por el valor del producto que ha sido devuelto.
En el caso de las compras por internet sí existe el derecho de desistimiento, que permite, con carácter general, cancelar el contrato durante un plazo mínimo de 14 días naturales desde la fecha de recepción del producto, sin tener que alegar motivo alguno y sin penalización.
Si se van a realizar compras por internet es importante elegir páginas seguras y de confianza, asegurarse de poder identificar adecuadamente a la empresa responsable de la misma, y leer atentamente el aviso legal y los términos y condiciones de la venta.
A la hora de pagar, es conveniente hacerlo mediante tarjeta de crédito (siempre que no exista la posibilidad de hacerlo contra reembolso) porque de ese modo se puede exigir la anulación del cargo si surge algún problema. También es recomendable guardar copia de las operaciones de compra y de todos los mensajes intercambiados con la página web, por si hubiera que realizar alguna reclamación posterior.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que en las épocas en las que se aplican descuentos, los comercios pueden cambiar algunas de sus condiciones habituales, por ejemplo, en lo que respecta a la política de cambios y devoluciones, o a la aceptación de algunos medios de pago como tarjetas de crédito. En todo caso, si se producen modificaciones en las condiciones habituales, la empresa debe anunciarlo de manera clara y perfectamente visible para el público.
Conservar la factura
A la hora de realizar las compras, es conveniente no dejarse llevar por las prisas ni las ofertas y desconfiar de precios excesivamente bajos. Se debe tener en cuenta que todos los productos a la venta deben indicar su precio final y completo, incluyendo impuestos y cualquier tipo de carga o gravamen. Asimismo, es recomendable comparar entre distintas marcas y compañías para conocer las características que se ofrecen para productos similares y cuál de ellos se ajusta mejor a lo que se busca.
Además, antes de comprar un producto o contratar un servicio es importante informarse sobre la política de cambios y devoluciones, que depende de cada establecimiento. Salvo que el producto esconda un desperfecto o deterioro, la empresa no está obligada a devolver el dinero, pudiendo, en este caso, optarse por otras formas de restitución como ofrecer un vale por el valor del producto que ha sido devuelto.
En el caso de las compras por internet sí existe el derecho de desistimiento, que permite, con carácter general, cancelar el contrato durante un plazo mínimo de 14 días naturales desde la fecha de recepción del producto, sin tener que alegar motivo alguno y sin penalización.
Si se van a realizar compras por internet es importante elegir páginas seguras y de confianza, asegurarse de poder identificar adecuadamente a la empresa responsable de la misma, y leer atentamente el aviso legal y los términos y condiciones de la venta.
A la hora de pagar, es conveniente hacerlo mediante tarjeta de crédito (siempre que no exista la posibilidad de hacerlo contra reembolso) porque de ese modo se puede exigir la anulación del cargo si surge algún problema. También es recomendable guardar copia de las operaciones de compra y de todos los mensajes intercambiados con la página web, por si hubiera que realizar alguna reclamación posterior.
Por otra parte, se debe tener en cuenta que en las épocas en las que se aplican descuentos, los comercios pueden cambiar algunas de sus condiciones habituales, por ejemplo, en lo que respecta a la política de cambios y devoluciones, o a la aceptación de algunos medios de pago como tarjetas de crédito. En todo caso, si se producen modificaciones en las condiciones habituales, la empresa debe anunciarlo de manera clara y perfectamente visible para el público.
Conservar la factura
Siempre es importante conservar la factura o el justificante de compra o transacción efectuada, ya que es imprescindible para posibles reclamaciones o devoluciones. En la misma línea, es conveniente leer atentamente la publicidad del producto y conservar una copia, ya que la publicidad es parte del contrato y obliga a la empresa a cumplir lo que se indica en la misma.
Asimismo, es recomendable, siempre que sea posible, realizar las compras en establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que de esta manera se garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar resuelta de forma rápida y gratuita, sin necesidad de acudir a los tribunales. Igualmente, se recuerda que todos los establecimientos de Andalucía deben contar con hojas oficiales de quejas y reclamaciones a disposición de las personas consumidoras y usuarias que las soliciten y exhibir un cartel que anuncie claramente su existencia.
Ante cualquier duda o consulta en materia de consumo, la ciudadanía puede contactar con Consumo Responde, un servicio gratuito de información y asesoramiento a las personas consumidoras y usuarias, impulsado por la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Se trata de un servicio multicanal, al que se puede acceder de forma continuada a través del número de teléfono 900 21 50 80, de la página web www.consumoresponde.es, del correo electrónico consumoresponde@juntadeandalucia.es y de los perfiles en las redes sociales Twitter (@consumoresponde) y Facebook.
También se puede recibir asesoramiento en los Servicios Provinciales de Consumo de las delegaciones territoriales de Salud y Familias presentes en todas las capitales de provincia, así como en las Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC), y en las organizaciones de personas consumidoras y usuarias.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL