La Asociación de Empresarios de Hostelería de Córdoba, junto con los Consejos Reguladores de las Denominación de Origen Protegidas (DOP) de la provincia –Aceite de Oliva Virgen Extra de Baena, Lucena y Priego de Córdoba, Vinos y Vinagres de Montilla-Moriles, la DO Los Pedroches de paletas y jamones 100% ibéricos– , han creado el Consorcio de la Gastronomía Cordobesa, el mayor organismo creado hasta el momento en la provincia para defender el valor patrimonial de la cultura de la restauración y la producción alimentaria.
El nuevo órgano nace con el propósito de estudiar, interpretar y difundir la cultura de la restauración y la alimentación, se fija el propósito de construir el Centro de Interpretación de la Gastronomía como instrumento vertebrador del sector a nivel provincial y reubicar a la provincia como destino gastronómico-cultural.
El nuevo consorcio, cuya alianza fue rubricada en la sede de Hostecor, pretende acoger a todas las asociaciones que forman parte del ámbito gastronómico, tales como cofradías, agrupaciones y entidades profesionales de la provincia de Córdoba y empresas vinculadas al sector, como las recogidas en las citadas denominaciones y en el ámbito hostelero, hecho que constituye el primer paso para fijar una alianza entre productos de calidad diferenciada y la actividad hostelera.
En términos numéricos, el Consorcio de la Gastronomía Cordobesa va a integrar a más de 20.500 agricultores cordobeses, 536 ganaderías, 15 industrias de elaboración de jamones y paletas ibéricas, 35 plantas de envasado de aceite de calidad, 39 almazaras, 50 empresas del sector vitivinícola que engloban a 1.800 viticultores que producen en 4.770 hectáreas de viñedo, y a más de 4.500 hosteleros que dan trabajo a 14.637 personas (6% del PIB provincial).
De esta forma, según los datos trasladados por Hostecor y los Consejos Reguladores provinciales, la empleabilidad del Consorcio asciende, entre todos los sectores, a más de 43.000 personas, con un volumen total de facturación superior a los 84 millones de euros anuales, "la mayor fuerza productiva de la provincia".
Centro de Interpretación de la Gastronomía
El Consorcio, que entiende que la gastronomía es una fortaleza turística de primer orden, se fija como objetivos prioritarios la creación del Centro de Interpretación de la Gastronomía, con sede en la capital cordobesa; la puesta en marcha a un Observatorio Gastronómico Cordobés; la creación de un sello de Calidad homologado con certificación de producto de Córdoba; y trabajar para que la capital y la provincia se consoliden como lugares de destino gastrono-cultural.
Este consorcio pretende que el Centro de Interpretación de la Gastronomía (CIG) sea la casa común de todo el sector gastronómico y que sea entendido como un espacio aglutinador y generador de sinergias que ejerza como elemento educativo, instrumento dinamizador socioeconómico y configure un producto turístico sostenible.
El CIG también marca sus directrices para servir como elemento de prescripción en el territorio provincial cordobés, impulsando las zonas rurales y el conjunto de la provincia para que su industria agroalimentaria se pueda ver beneficiada, y servir como recurso móvil que irradie en la sociedad la apuesta por la etnicidad gastronómica y la concepción patrimonial de una actividad que está depositada en la cultura cordobesa, el paisaje y las tradiciones.
En la firma estuvieron presentes Francisco de la Torre, presidente de Hostecor; Francisca García, gerente del Consejo Regulador de Priego de Córdoba; Juan Luis Ortíz, secretario general de la DO Protegida Los Pedroches; José Manuel Bajo, secretario general de DO de Baena; Antonio Pérez, secretario general de la DO de Lucena; y Javier Martín, presidente de la DO Montilla-Moriles.
El nuevo órgano nace con el propósito de estudiar, interpretar y difundir la cultura de la restauración y la alimentación, se fija el propósito de construir el Centro de Interpretación de la Gastronomía como instrumento vertebrador del sector a nivel provincial y reubicar a la provincia como destino gastronómico-cultural.
El nuevo consorcio, cuya alianza fue rubricada en la sede de Hostecor, pretende acoger a todas las asociaciones que forman parte del ámbito gastronómico, tales como cofradías, agrupaciones y entidades profesionales de la provincia de Córdoba y empresas vinculadas al sector, como las recogidas en las citadas denominaciones y en el ámbito hostelero, hecho que constituye el primer paso para fijar una alianza entre productos de calidad diferenciada y la actividad hostelera.
En términos numéricos, el Consorcio de la Gastronomía Cordobesa va a integrar a más de 20.500 agricultores cordobeses, 536 ganaderías, 15 industrias de elaboración de jamones y paletas ibéricas, 35 plantas de envasado de aceite de calidad, 39 almazaras, 50 empresas del sector vitivinícola que engloban a 1.800 viticultores que producen en 4.770 hectáreas de viñedo, y a más de 4.500 hosteleros que dan trabajo a 14.637 personas (6% del PIB provincial).
De esta forma, según los datos trasladados por Hostecor y los Consejos Reguladores provinciales, la empleabilidad del Consorcio asciende, entre todos los sectores, a más de 43.000 personas, con un volumen total de facturación superior a los 84 millones de euros anuales, "la mayor fuerza productiva de la provincia".
Centro de Interpretación de la Gastronomía
El Consorcio, que entiende que la gastronomía es una fortaleza turística de primer orden, se fija como objetivos prioritarios la creación del Centro de Interpretación de la Gastronomía, con sede en la capital cordobesa; la puesta en marcha a un Observatorio Gastronómico Cordobés; la creación de un sello de Calidad homologado con certificación de producto de Córdoba; y trabajar para que la capital y la provincia se consoliden como lugares de destino gastrono-cultural.
Este consorcio pretende que el Centro de Interpretación de la Gastronomía (CIG) sea la casa común de todo el sector gastronómico y que sea entendido como un espacio aglutinador y generador de sinergias que ejerza como elemento educativo, instrumento dinamizador socioeconómico y configure un producto turístico sostenible.
El CIG también marca sus directrices para servir como elemento de prescripción en el territorio provincial cordobés, impulsando las zonas rurales y el conjunto de la provincia para que su industria agroalimentaria se pueda ver beneficiada, y servir como recurso móvil que irradie en la sociedad la apuesta por la etnicidad gastronómica y la concepción patrimonial de una actividad que está depositada en la cultura cordobesa, el paisaje y las tradiciones.
En la firma estuvieron presentes Francisco de la Torre, presidente de Hostecor; Francisca García, gerente del Consejo Regulador de Priego de Córdoba; Juan Luis Ortíz, secretario general de la DO Protegida Los Pedroches; José Manuel Bajo, secretario general de DO de Baena; Antonio Pérez, secretario general de la DO de Lucena; y Javier Martín, presidente de la DO Montilla-Moriles.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL