Cruz Roja atendió a más de 33.000 personas en la provincia de Córdoba a lo largo de 2021, un año aún muy marcado por la pandemia del coronavirus y las consecuencias derivadas de ella. La cifra se enmarca en el conjunto de la actividad de la organización en toda España, que alcanzó los 6 millones de personas participantes, según se deriva de los datos de la Memoria Anual de Actividad de la institución.
Toda esta labor fue posible gracias a las 5.274 personas voluntarias que colaboran con la entidad, que además de en la capital cuenta con presencia en otros once municipios –Baena, Montilla, Lucena, Hinojosa del Duque, Priego de Córdoba, Rute, Pozoblanco, Peñarroya-Pueblonuevo, Palma del Río, Puente Genil y Villanueva de Córdoba–.
Junto a las personas voluntarias, cabe destacar la fidelidad, compromiso y solidaridad de las personas y empresas socias de la organización, que en la provincia superan las 16.400. Sus aportaciones hacen posible y viable la labor humanitaria de Cruz Roja en las diferentes áreas de intervención: Salud, Socorros, Inclusión Social, Educación, Empleo y Medio Ambiente.
Por primera vez, la entidad presenta los datos de su Memoria de Actividad a través de las seis “áreas de conocimiento” de su actuación, lo que permite una visión más integral de su respuesta a las necesidades de los diferentes colectivos con los que interviene. Este enfoque es un reflejo del trabajo multidisciplinar que presta a las personas.
“Las personas que participan en nuestros proyectos no tienen una única necesidad: por ejemplo, pagar una factura. Su bienestar puede depender de otros muchos factores, a los que también tenemos que prestar atención: Una familia, además de necesidades básicas, puede también tener problemas para acceder a un empleo, o sus hijos sufrir fracaso escolar, o detectamos problemas de salud mental…”, explica la presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz.
En Córdoba, 17.503 personas atendidas por la institución humanitaria se encontraban el pasado año en una situación de “extrema vulnerabilidad”. Muchas de ellas no podían cubrir sus necesidades básicas, como la adquisición de alimentos o el pago de suministros. En este colectivo se enmarcan, por ejemplo, las personas sin hogar, pero también numerosas familias que se han visto por primera vez ante una situación como esta y han tenido que recurrir a Cruz Roja para pedir ayuda.
“En los años de la pandemia hemos tenido que dar una respuesta de emergencia para muchísimas personas, por ejemplo, con nuestro Plan Cruz Roja Responde o con proyectos como las Tarjetas Monedero, que nos permitieron hacer llegar una ayuda urgente a quienes lo habían perdido casi todo. Pero esa asistencia ha ido siempre acompañada de una valoración e intervención en el resto de factores: educativos, de salud, laborales, e incluso medioambientales, ya que hemos detectado muchas necesidades de pobreza energética que requerían de un enfoque y soluciones verdes”, afirma la presidenta provincial.
Entre los retos sociales que la organización destaca de 2021 se encuentra el de reducir la soledad de las personas, especialmente las mayores, que se ha evidenciado como un importante problema social frente al que Cruz Roja viene actuando desde hace años. Según su Memoria de Actividad, más de 5.600 personas mayores y personas cuidadoras no profesionales recibieron el apoyo del voluntariado el pasado año.
Además de ofrecerles compañía ante situaciones de soledad, la entidad desarrolla acciones que fomentan el envejecimiento activo y saludable, con el objetivo de evitar el aislamiento social de un colectivo que se vio especialmente afectado por la pandemia, pero que también sufre discriminación por los prejuicios que existen en torno a la edad.
Acceso al empleo
Un año más, el acceso al empleo ha sido una de las principales líneas de actuación de Cruz Roja con las personas vulnerables. No en vano, el empleo es una de las 6 áreas de conocimiento con las que se aborda la intervención por parte de la organización, que ofrece orientación laboral, capacitación y acompañamiento a las personas desempleadas.
En esta labor, cabe destacar el “importante apoyo de las empresas” de la provincia para que Cruz Roja pueda propiciar oportunidades laborales. “Las alianzas son esenciales. Es un esfuerzo conjunto de toda la sociedad”, afirma Cándida Ruiz en referencia a las más de 250 empresas de la provincia que colaboraron en materia de inserción laboral con Cruz Roja, lo que permitió ayudar a 1.406 personas desempleadas, de las cuáles 569 consiguieron un trabajo.
Otro de los problemas sociales que la pandemia puso de relieve es el importante incremento de la brecha digital de las personas en exclusión social. En este sentido, 2021 fue para la institución humanitaria el año de consolidación del proyecto Click_A, impulsado por la organización en toda Andalucía para orientar y acompañar en el uso de las nuevas tecnologías, basándose en el voluntariado digital.
Asimismo, un año más, desde Cruz Roja en la provincia se atendió a un importante número de personas inmigrantes, que llegan hasta España huyendo de conflictos, persecuciones o de situaciones de vida precarias. En total, más de 2.500 personas inmigrantes participaron en actividades que fomentan la inserción social y laboral, con formaciones y ayudas para la integración. A estas personas se suman las 641 solicitantes de asilo y refugiadas que fueron acogidas dentro de la red estatal de Asilo y Protección Internacional, de la que forma parte Cruz Roja.
La institución sigue siendo referente en áreas como Salud, con proyectos de atención a personas con VIH/Sida o con drogodependencia, campañas de promoción de hábitos saludables y el fomento de los primeros auxilios y en la prevención de accidentes y de enfermedades contagiosas.
En la atención en emergencias, a través del área de Socorros, cabe destacar la recuperación de servicios preventivos en la medida en que se fueron recuperando los grandes eventos, tras la pandemia. Más de 1.300 personas recibieron atención en el área de Socorros por parte de la institución.
Juventud e infancia
La infancia y la juventud conforman otro de los colectivos prioritarios para Cruz Roja, con proyectos destacados como Acompaña, que como indica su nombre, permite “acompañar” a niños y niñas tutelados en su proceso de incorporación a la vida adulta, con formación, ayuda directa y orientación.
Por otro lado, Cruz Roja Juventud, la sección juvenil de Cruz Roja, dirige gran parte de su actividad hacia la prevención de conductas violentas frente al racismo, la LGTBIQ+fobia, el machismo o el racismo (1.647 personas han participado en acciones de sensibilización) y ha prestado ayuda a más de 1.500 niños y niñas con proyectos de inclusión y participación como Promoción del éxito escolar (con el que se ofrece apoyo educativo a la infancia en situación de vulnerabilidad) o El juguete educativo (que garantiza el derecho al juego como un parte de la educación), entre otros.
“Cruz Roja está presente en muchos ámbitos y en áreas muy diversas, pero todas ellas tienen en común una atención a las personas basadas en sus vulnerabilidades, en sus necesidades, teniendo siempre presentes sus derechos fundamentales y su dignidad”, resume Cándida Ruiz, quien concluye agradeciendo “el esfuerzo y el enorme trabajo realizado por el equipo técnico y el voluntariado de Cruz Roja en unos años tan difíciles para toda la sociedad, especialmente para quienes sufren desigualdades”.
Toda esta labor fue posible gracias a las 5.274 personas voluntarias que colaboran con la entidad, que además de en la capital cuenta con presencia en otros once municipios –Baena, Montilla, Lucena, Hinojosa del Duque, Priego de Córdoba, Rute, Pozoblanco, Peñarroya-Pueblonuevo, Palma del Río, Puente Genil y Villanueva de Córdoba–.
Junto a las personas voluntarias, cabe destacar la fidelidad, compromiso y solidaridad de las personas y empresas socias de la organización, que en la provincia superan las 16.400. Sus aportaciones hacen posible y viable la labor humanitaria de Cruz Roja en las diferentes áreas de intervención: Salud, Socorros, Inclusión Social, Educación, Empleo y Medio Ambiente.
Por primera vez, la entidad presenta los datos de su Memoria de Actividad a través de las seis “áreas de conocimiento” de su actuación, lo que permite una visión más integral de su respuesta a las necesidades de los diferentes colectivos con los que interviene. Este enfoque es un reflejo del trabajo multidisciplinar que presta a las personas.
“Las personas que participan en nuestros proyectos no tienen una única necesidad: por ejemplo, pagar una factura. Su bienestar puede depender de otros muchos factores, a los que también tenemos que prestar atención: Una familia, además de necesidades básicas, puede también tener problemas para acceder a un empleo, o sus hijos sufrir fracaso escolar, o detectamos problemas de salud mental…”, explica la presidenta provincial de Cruz Roja, Cándida Ruiz.
En Córdoba, 17.503 personas atendidas por la institución humanitaria se encontraban el pasado año en una situación de “extrema vulnerabilidad”. Muchas de ellas no podían cubrir sus necesidades básicas, como la adquisición de alimentos o el pago de suministros. En este colectivo se enmarcan, por ejemplo, las personas sin hogar, pero también numerosas familias que se han visto por primera vez ante una situación como esta y han tenido que recurrir a Cruz Roja para pedir ayuda.
“En los años de la pandemia hemos tenido que dar una respuesta de emergencia para muchísimas personas, por ejemplo, con nuestro Plan Cruz Roja Responde o con proyectos como las Tarjetas Monedero, que nos permitieron hacer llegar una ayuda urgente a quienes lo habían perdido casi todo. Pero esa asistencia ha ido siempre acompañada de una valoración e intervención en el resto de factores: educativos, de salud, laborales, e incluso medioambientales, ya que hemos detectado muchas necesidades de pobreza energética que requerían de un enfoque y soluciones verdes”, afirma la presidenta provincial.
Entre los retos sociales que la organización destaca de 2021 se encuentra el de reducir la soledad de las personas, especialmente las mayores, que se ha evidenciado como un importante problema social frente al que Cruz Roja viene actuando desde hace años. Según su Memoria de Actividad, más de 5.600 personas mayores y personas cuidadoras no profesionales recibieron el apoyo del voluntariado el pasado año.
Además de ofrecerles compañía ante situaciones de soledad, la entidad desarrolla acciones que fomentan el envejecimiento activo y saludable, con el objetivo de evitar el aislamiento social de un colectivo que se vio especialmente afectado por la pandemia, pero que también sufre discriminación por los prejuicios que existen en torno a la edad.
Acceso al empleo
Un año más, el acceso al empleo ha sido una de las principales líneas de actuación de Cruz Roja con las personas vulnerables. No en vano, el empleo es una de las 6 áreas de conocimiento con las que se aborda la intervención por parte de la organización, que ofrece orientación laboral, capacitación y acompañamiento a las personas desempleadas.
En esta labor, cabe destacar el “importante apoyo de las empresas” de la provincia para que Cruz Roja pueda propiciar oportunidades laborales. “Las alianzas son esenciales. Es un esfuerzo conjunto de toda la sociedad”, afirma Cándida Ruiz en referencia a las más de 250 empresas de la provincia que colaboraron en materia de inserción laboral con Cruz Roja, lo que permitió ayudar a 1.406 personas desempleadas, de las cuáles 569 consiguieron un trabajo.
Otro de los problemas sociales que la pandemia puso de relieve es el importante incremento de la brecha digital de las personas en exclusión social. En este sentido, 2021 fue para la institución humanitaria el año de consolidación del proyecto Click_A, impulsado por la organización en toda Andalucía para orientar y acompañar en el uso de las nuevas tecnologías, basándose en el voluntariado digital.
Asimismo, un año más, desde Cruz Roja en la provincia se atendió a un importante número de personas inmigrantes, que llegan hasta España huyendo de conflictos, persecuciones o de situaciones de vida precarias. En total, más de 2.500 personas inmigrantes participaron en actividades que fomentan la inserción social y laboral, con formaciones y ayudas para la integración. A estas personas se suman las 641 solicitantes de asilo y refugiadas que fueron acogidas dentro de la red estatal de Asilo y Protección Internacional, de la que forma parte Cruz Roja.
La institución sigue siendo referente en áreas como Salud, con proyectos de atención a personas con VIH/Sida o con drogodependencia, campañas de promoción de hábitos saludables y el fomento de los primeros auxilios y en la prevención de accidentes y de enfermedades contagiosas.
En la atención en emergencias, a través del área de Socorros, cabe destacar la recuperación de servicios preventivos en la medida en que se fueron recuperando los grandes eventos, tras la pandemia. Más de 1.300 personas recibieron atención en el área de Socorros por parte de la institución.
Juventud e infancia
La infancia y la juventud conforman otro de los colectivos prioritarios para Cruz Roja, con proyectos destacados como Acompaña, que como indica su nombre, permite “acompañar” a niños y niñas tutelados en su proceso de incorporación a la vida adulta, con formación, ayuda directa y orientación.
Por otro lado, Cruz Roja Juventud, la sección juvenil de Cruz Roja, dirige gran parte de su actividad hacia la prevención de conductas violentas frente al racismo, la LGTBIQ+fobia, el machismo o el racismo (1.647 personas han participado en acciones de sensibilización) y ha prestado ayuda a más de 1.500 niños y niñas con proyectos de inclusión y participación como Promoción del éxito escolar (con el que se ofrece apoyo educativo a la infancia en situación de vulnerabilidad) o El juguete educativo (que garantiza el derecho al juego como un parte de la educación), entre otros.
“Cruz Roja está presente en muchos ámbitos y en áreas muy diversas, pero todas ellas tienen en común una atención a las personas basadas en sus vulnerabilidades, en sus necesidades, teniendo siempre presentes sus derechos fundamentales y su dignidad”, resume Cándida Ruiz, quien concluye agradeciendo “el esfuerzo y el enorme trabajo realizado por el equipo técnico y el voluntariado de Cruz Roja en unos años tan difíciles para toda la sociedad, especialmente para quienes sufren desigualdades”.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL