FACUA Andalucía reclamó ayer que se pongan en marcha "medidas contundentes" que sirvan para paliar el grave problema de sequía que atraviesa la comunidad autónoma y para combatir el cambio climático. La federación señala la "imperiosa necesidad de caminar hacia un modelo agroindustrial, energético y turístico mediante una transición hídrica justa". Un modelo de reparto social que "proteja realmente el abastecimiento humano y la continuidad de aquellas actividades que proporcionan empleos sostenibles y de calidad".
En este sentido, FACUA Andalucía señala que la comunidad está padeciendo una crisis de escasez de agua estructural, acentuada por el cambio climático y sus consecuencias: menores lluvias, olas de calor... "Sin embargo, es la sobreexplotación generalizada de aguas superficiales y subterráneas, el exceso de demanda, lo que está agravando a pasos agigantados la problemática", sostiene la entidad.
Así, la federación critica que la Junta de Andalucía, mientras reconoce que la región está viviendo un grave problema de sequía, siga apostando por nuevos consumos y proyectos como la construcción de enormes regadíos, hoteles o campos de golf, "que sólo empeoran la situación de sobreexplotación".
FACUA Andalucía, como parte de la Mesa Social del Agua, ha criticado –en consonancia con los postulados que defiende esta plataforma– que la relación de infraestructuras que la Administración presenta como solución a esta crisis "ignora los auténticos problemas, que son la sobreexplotación de los recursos y la presencia de los impactos del cambio climático". A juicio de la entidad, "presentan como urgentes actuaciones con efectos a medio y largo plazo, que tardarían años en ejecutarse y que nada tienen que ver con la emergencia de la sequía".
La federación incide en que "se pretenden generar más recursos hídricos no para consolidar las actuales demandas insatisfechas, sino para ampliarlas, como en el caso del desarrollo de nuevos regadíos". Así, FACUA Andalucía vuelve a insistir en las medidas que considera "de extrema necesidad", como el respeto a los caudales ecológicos de los ríos, manantiales, fuentes y lagunas, es decir, los ecosistemas acuáticos que son bienes dominio público y que, según la entidad, "se encuentran deteriorados tanto en la cantidad como en la calidad de las aguas en la mayor parte del territorio andaluz".
FACUA defiende igualmente los usos humanos más dependientes del buen estado de estos ecosistemas, como los abastecimientos de localidades medias y pequeñas, así como la ganadería extensiva y semiextensiva y los regadíos dependientes de los recursos locales.
En este sentido, FACUA Andalucía señala que la comunidad está padeciendo una crisis de escasez de agua estructural, acentuada por el cambio climático y sus consecuencias: menores lluvias, olas de calor... "Sin embargo, es la sobreexplotación generalizada de aguas superficiales y subterráneas, el exceso de demanda, lo que está agravando a pasos agigantados la problemática", sostiene la entidad.
Así, la federación critica que la Junta de Andalucía, mientras reconoce que la región está viviendo un grave problema de sequía, siga apostando por nuevos consumos y proyectos como la construcción de enormes regadíos, hoteles o campos de golf, "que sólo empeoran la situación de sobreexplotación".
FACUA Andalucía, como parte de la Mesa Social del Agua, ha criticado –en consonancia con los postulados que defiende esta plataforma– que la relación de infraestructuras que la Administración presenta como solución a esta crisis "ignora los auténticos problemas, que son la sobreexplotación de los recursos y la presencia de los impactos del cambio climático". A juicio de la entidad, "presentan como urgentes actuaciones con efectos a medio y largo plazo, que tardarían años en ejecutarse y que nada tienen que ver con la emergencia de la sequía".
La federación incide en que "se pretenden generar más recursos hídricos no para consolidar las actuales demandas insatisfechas, sino para ampliarlas, como en el caso del desarrollo de nuevos regadíos". Así, FACUA Andalucía vuelve a insistir en las medidas que considera "de extrema necesidad", como el respeto a los caudales ecológicos de los ríos, manantiales, fuentes y lagunas, es decir, los ecosistemas acuáticos que son bienes dominio público y que, según la entidad, "se encuentran deteriorados tanto en la cantidad como en la calidad de las aguas en la mayor parte del territorio andaluz".
FACUA defiende igualmente los usos humanos más dependientes del buen estado de estos ecosistemas, como los abastecimientos de localidades medias y pequeñas, así como la ganadería extensiva y semiextensiva y los regadíos dependientes de los recursos locales.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR