Antonio y María del Carmen son los dos nombres que más se repiten entre los habitantes de Andalucía. Así se desprende de los datos que ha ofrecido el Instituto de Estadística y Cartografía, que confirma que aunque poco a poco van perdiendo peso, siguen siendo los más comunes, sobre todo entre la población de mayor edad, presentando una media por encima de los 50 años en ambos casos.
La lista de los diez nombres más frecuentes solo presenta un cambio en esta edición, con la subida en el ranking del nombre de Francisca, desbancando al de Antonia. En cuanto a los valores, en general, se mantiene la tendencia de pérdida de población y envejecimiento de las personas que usan estos nombres. Solamente David parece ajeno a este comportamiento, siendo el único nombre de este ranking que aumenta en población y con una edad media inferior a los 40 años.
Otra de las características de esta publicación es que también permite conocer la distribución de un nombre o un apellido entre los distintos grupos de edad. Por ejemplo, si se analiza el nombre de Olivia se puede observar que, aunque hay personas de todos los rangos de edad, su uso ha crecido de manera exponencial en los últimos años, de tal forma que la edad media de sus portadores es aproximadamente de 13,7 años.
Por otro lado, si se planteara un ranking de nombres según la edad media de sus poseedores, se observaría que entre las diez posiciones más longevas aparecen una mezcla de nombres tradicionales españoles junto con nombres de origen anglosajón, sobre todo en el caso de los hombres, lo que responde en gran medida a la presencia de personas jubiladas de origen europeo que residen en Andalucía.
En el otro extremo, entre los diez nombres con menor edad media predominan los nombres cortos y no compuestos así como nombres de origen extranjero pero en su versión castellanizada. Otro interesante enfoque en el análisis por edad de los nombres de la población andaluza consiste en identificar aquellos que se encuentran “en peligro de extinción”.
Esta situación afecta a los nombres que llevan más de dos décadas sin usarse, es decir, están sometidos a dicho riesgo aquellos nombres cuyos portadores más jóvenes nacieron hace al menos veinte años. Principalmente corresponden a nombres femeninos y de uso más tradicional, entre los que destacan Juana Josefa, Josefa Luisa y Prudencia, ya que las personas más jóvenes que portan este nombre hace más de treinta años que nacieron.
En cuanto a la distribución geográfica, Antonio es el nombre más utilizado por los hombres residentes en las provincias orientales y Manuel en las provincias situadas más al oeste. En el caso de las mujeres, María del Carmen es el más utilizado en Cádiz, Córdoba, Granada y Sevilla mientras que María a secas lo es en las restantes.
También es posible conocer información referente a las personas que emplean un nombre en su versión simple o en las composiciones más frecuentes en las que dicho nombre aparece. En este caso, la palabra más utilizada es María, que forma parte del nombre de más de un millón doscientas mil personas residentes en Andalucía. Este nombre es utilizado por ambos sexos, siendo José María el sexto nombre en el que más se utiliza esta palabra.
Este apartado de la publicación también incluye mapas con la distribución espacial y un gráfico que representa el día y mes de nacimiento más frecuente de todas las personas que emplean el mismo nombre o lo tienen como parte de un nombre compuesto, pudiéndose observar diversos patrones tanto en la distribución temporal como en la espacial entre los distintos nombres simples.
En lo referente a apellidos, estos tienen un comportamiento más estable en el tiempo y en el espacio. El más utilizado y extendido continúa siendo García, apellido que acompaña al 6,2 por ciento de los andaluces. Huelva es la provincia donde tiene menor presencia entre la población (5,1%) y Jaén en la que más (7,0%). Tras García, le siguen Rodríguez, López, Sánchez y Fernández con porcentajes que varían entre el 4,6 y el 4,1% respectivamente.
La lista de los diez nombres más frecuentes solo presenta un cambio en esta edición, con la subida en el ranking del nombre de Francisca, desbancando al de Antonia. En cuanto a los valores, en general, se mantiene la tendencia de pérdida de población y envejecimiento de las personas que usan estos nombres. Solamente David parece ajeno a este comportamiento, siendo el único nombre de este ranking que aumenta en población y con una edad media inferior a los 40 años.
Otra de las características de esta publicación es que también permite conocer la distribución de un nombre o un apellido entre los distintos grupos de edad. Por ejemplo, si se analiza el nombre de Olivia se puede observar que, aunque hay personas de todos los rangos de edad, su uso ha crecido de manera exponencial en los últimos años, de tal forma que la edad media de sus portadores es aproximadamente de 13,7 años.
Por otro lado, si se planteara un ranking de nombres según la edad media de sus poseedores, se observaría que entre las diez posiciones más longevas aparecen una mezcla de nombres tradicionales españoles junto con nombres de origen anglosajón, sobre todo en el caso de los hombres, lo que responde en gran medida a la presencia de personas jubiladas de origen europeo que residen en Andalucía.
En el otro extremo, entre los diez nombres con menor edad media predominan los nombres cortos y no compuestos así como nombres de origen extranjero pero en su versión castellanizada. Otro interesante enfoque en el análisis por edad de los nombres de la población andaluza consiste en identificar aquellos que se encuentran “en peligro de extinción”.
Esta situación afecta a los nombres que llevan más de dos décadas sin usarse, es decir, están sometidos a dicho riesgo aquellos nombres cuyos portadores más jóvenes nacieron hace al menos veinte años. Principalmente corresponden a nombres femeninos y de uso más tradicional, entre los que destacan Juana Josefa, Josefa Luisa y Prudencia, ya que las personas más jóvenes que portan este nombre hace más de treinta años que nacieron.
En cuanto a la distribución geográfica, Antonio es el nombre más utilizado por los hombres residentes en las provincias orientales y Manuel en las provincias situadas más al oeste. En el caso de las mujeres, María del Carmen es el más utilizado en Cádiz, Córdoba, Granada y Sevilla mientras que María a secas lo es en las restantes.
También es posible conocer información referente a las personas que emplean un nombre en su versión simple o en las composiciones más frecuentes en las que dicho nombre aparece. En este caso, la palabra más utilizada es María, que forma parte del nombre de más de un millón doscientas mil personas residentes en Andalucía. Este nombre es utilizado por ambos sexos, siendo José María el sexto nombre en el que más se utiliza esta palabra.
Este apartado de la publicación también incluye mapas con la distribución espacial y un gráfico que representa el día y mes de nacimiento más frecuente de todas las personas que emplean el mismo nombre o lo tienen como parte de un nombre compuesto, pudiéndose observar diversos patrones tanto en la distribución temporal como en la espacial entre los distintos nombres simples.
Los apellidos más frecuentes
En lo referente a apellidos, estos tienen un comportamiento más estable en el tiempo y en el espacio. El más utilizado y extendido continúa siendo García, apellido que acompaña al 6,2 por ciento de los andaluces. Huelva es la provincia donde tiene menor presencia entre la población (5,1%) y Jaén en la que más (7,0%). Tras García, le siguen Rodríguez, López, Sánchez y Fernández con porcentajes que varían entre el 4,6 y el 4,1% respectivamente.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR